#DisimulandoLaVeda en CABA

Desinhibiendo:

La veda electoral rige “desde las 8 hs. del viernes 8 hasta las 21 del domingo 10 de julio en todo el territorio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires”.
  
Estamos en el interior del Chaco a unos 1.200 Kms. de la Pirámide de Mayo -hito de las rutas nacionales que arrancan en la capital- y el IP corresponde a una antena de “arnet-Telecom” ubicada en Granadero Baigorria (Santa Fe), por lo tanto la veda no nos incluye: podemos opinar y reunirnos en la vía pública o en las redes sociales.

Y si la inhibición nos implicara, analizando sondeos previos -que, de hecho, no fueron eliminados de los portales- ni siquiera puede acusársenos de hacer propaganda que pueda influenciar sobre las decisiones de los porteños.
En todo caso, sería apto parangonar leyendo las tendenciosas columnas de opinión de Joaco Morales Solá y Mariano Grondona -con un poco de mayor difusión que nosotros- publicadas en el diario de Mitre, ¡hoy, 10 de julio!
   
  
Contextualizando:

Hace unos años, la mayoría de los argentinos vivían o sobrevivían en veda alimentaria, laboral, de vestimenta, formativa, recreativa. Para muchos, las restricciones planteadas desde el poder real y sostenidas por las cómplices o disciplinadas autoridades que se desentendieron de regir los destinos de la nación, comprendían hasta la planificación para constituir una familia.

Esa dramática veda no se cortó solamente con leyes, sino con acciones sostenidas y enfrentadas a viejos paradigmas impuestos por el patricio establishment. Precisamente, a este modelo transformador se oponen los mismos cipayos que fomentaron sus privilegios a costas de la miseria de las mayorías casi ininterrumpidamente durante medio siglo.

A aquel impedimento -más que de iure, sistemáticamente de facto- para la satisfacción de necesidades elementales no se lo fustigaba con demasiado ímpetu desde la hegemonía de las comunicaciones. Es ese mismo caretaje el que ahora sale a cazar brujas patrullando cualquier formalismo que pueda publicarse como violatorio y, con tal de tergiversar en el intento de quitar respaldo a la gestión nacional, llegan a aducir imbecilidades como esta, del diario “La Nación” de ayer, que sólo pueden resultar verosímiles y conductistas para la tilinguería portuaria, que no representa a todos los capitalinos, claro:


¿Ezeiza o Tucumán están en el territorio de la CABA? ¿Las falsas acusaciones de los escribidores del Nuevo Estatuto del Coloniaje son formuladas por desatino, mala intención o ignorancia?

Peor, quizás lo hacen porque suponen que la Ciudad Capital es “la Argentina”. Y puede ser, ya que muchas veces y en diversos ámbitos porteños me dijeron que Chaco es la capital de Corrientes y que Quilmes o Vicente López son barrios de la CABA. Lamento ser incorrecto y me consta que no es universal, pero el ombliguismo capitalino es decadente: muchos no tienen la menor idea de lo que acontece extramuros de Gral. Paz, Libertador y Riachuelo. Y así suelen votar, claro, divorciados del país. Y así les va.

Electoralmente, CABA equivale a apenas 3 Chaco’s: un Distrito con apenas 6 décadas como Provincia. Hace más de un siglo que ningún porteño asume constitucionalmente la presidencia. Como dice Artemio: Así fuera argentino, “Dios ya no atiende en Buenos Aires.” Quizás en la otra Buenos Aires, en la provincia, donde viven y votan 2 de cada 5 argentinos, aunque hace largo tiempo cargan el estigma de no poder llegar a la Casa Rosada.
Y a los ideólogos del desencanto les duele la dispersión de la oposición despropositada y el alineamiento bonaerense y nacional -que resultaría utópico que fuera absoluto e impecable- logrado por Cristina Fernández con base en su liderazgo y la favorable intención de voto de la cual goza.


Para cerrar. En todo caso, ¿quiénes violan la veda? ¿La presidenta de la Nación inaugurando obras en la Provincia de Buenos Aires, concurriendo al Tedeum en Tucumán y celebrando la Declaración de la Independencia? ¿O los columnistas de los diarios con domicilio legal en el distrito inhibido publicando notas de opinión político-electoral? Posta, son patéticos.


Sondeando:

¿Qué pronostican los sondeos? Es conocido. Y puede confiarse en ellos luego de evaluar quiénes los hacen y cotejarlos en campo.
En general, establecen que el PRO será la primera minoría, oscilando en un 40% de votos válidos.
Es decir, 2 de cada 5 porteños apoyarían al actual Jefe de Gobierno luego de cuatro años de falta de gestión, verificadas subejecuciones de fondos que la legislatura había aprobado su cancelado o alterado destino, procesamientos judiciales ocultados por los medios audiovisuales de mayor difusión, medidas retrógradas y declaraciones xenófobas, despectivas acusaciones con pueriles excusas de su propia inoperancia…
En fin, una sucesión de acciones e inacciones que no deberían merecer los porteños, aunque 2 de cada 5 se embelesen con la campaña marketinera encarada por Jaime Durán Barba y reverberada por los medios hegemónicos, socios del Gobierno de la Ciudad en sus negociados.

Y los sondeos, además, asignan entre 27 y 33% al FpV, como si nada hubiese ocurrido entre las elecciones 2007 y estas. Como si el país y su capital se hubieran congelado cuatro años. Bueno, convengamos, la CABA más que congelarse se degradó institucionalmente y desde los servicios urbanos hasta los valores comunitarios.


A manera cuasi carriotista, mesiánica y profética -con tanto margen de error como el de la autoexiliada ante el repudio social de los chaqueños-, intentaremos hacer una lectura sobre los eventuales resultados de las elecciones de Primera Vuelta en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Por eso nos cubrimos anunciando posibles errores en la desconcertada lectura. En unas horas lo sabremos.


Como vamos a la CABA cada dos o tres semanas y presumimos conocer la idiosincrasia porteña, nos cuesta pensar que los resultados sean los anunciados por el diario “La Nación” según encuestas de “Poliarquía”, una de las consultoras contratadas por Macri, claro.



Desglosando:

Según la empresa de Berensztein, Perechodnik y Fidanza, la polarización -ciertamente inducida mediáticamente al avizorar la imposibilidad de que Macri obtenga mayoría absoluta- provocaría que menos de la cuarta parte del electorado no opte por Macri o por Filmus y que el PRO logre un 50% de votos absolutos más que el FpV.

Desde el análisis a la distancia, cuesta creer el 45% de Macri y, sobre todo, que 11 candidatos promedien un 1,2%. Es difícil aceptarlo, aún dejando de lado la evaluación de perfiles y propuestas.


¿Buenos Aires es una isla donde aislarse implica autonomía? ¿Se sigue votando tradicionalmente en contra que el resto del país? ¿Hay prejuicio de superioridad oponiéndose al voto de baja calidad según Solanas?

En unas horas lo sabremos, pero aflige hasta suponerlo.


Pronosticando:

De todos modos -como jugando a las adivinanzas para plantear la situación menos desfavorable considerando las presunciones de lo que sucederá- tiramos un pronóstico más optimista que el de Fidanza pero no tanto como los de Capurro:
Puede fallar. Probablemente no será exacto, pero también es seguro que el margen de error será menor que el de Fidanza y Poliarquía y que el de Doris Capurro e Ibarómetro.


Fundamentando:

La Campaña proselitista del PRO fue impecable. Desarrollaron la estrategia adecuada sacando los vicios de su desgobierno del escenario y colocando formalidades y distractores. Hoy, ese 40% aproximado que le asignan a Macri-Vidal y ¡¡¡Bergman!!! en Primera Vuelta, es su techo o, al menos, un cielorraso altísimo. Durán Barba y team, lograron la máxima performance admisible para semejante engendro partidario a cuatro años de irrefutables fracasos desmembrados del crecimiento nacional.

Los principales errores de Campaña del FpV consistieron en seguir la agenda de ese oficialismo vecinalista.
Por ejemplos:
1) Mientras Macri cambió el discurso moderando cerriles oposiciones a CFK y recurriendo al perverso "Juntos venimos bien", Filmus no logró pegarse del todo a la gestión nacional y, encima, fue inadmisiblemente cuestionado desde adentro, lo que pudo leerse como falta de convocatoria y conducción.
2) Tomada -con 8 años en el gabinete- y Cabandié -por la bendición y las líneas que bajó- pudieron haber representado la pertenencia al modelo para la franja porteña informada, aunque no se remarcó en los medios y los actos.
3) La expectativa inicial y la autodestrucción interna de las terceras líneas ante el dedo que elegiría a uno o dos del trinomio, para l@s porteñ@s apátic@s contrastó con el eslogan -inaudito para otros- del "equipo" que dice tener y conducir el Jefe de Gobierno.
4) Un equipo y un espacio político no se construyen de manera discontinuada dos meses cada dos o cuatro años. Para lograrlo hay que gestionar soluciones y trabajar territorialmente permanentemente: el apoyo y la confianza se obtiene con presencia y no con gestos de sorpresa por la pobreza ni indignación por la desatención a los vecinos.
5) La organización vence al tiempo. Si bien en la cosmopolita Buenos Aires los aparatos partidarios son mal vistos, por citar una acción: hay ciudadanos que requieren informaciones elementales como la escuela y la Mesa en que votan o facilitarles el traslado y el retorno al hogar.
6) Volviendo a los referentes, a la distancia quedábamos perplejos al ver que muchos sembraban rencor hostigando con chicanas a los simpatizantes de Solanas, Telerman, Zamora, Bregman y demás fuerzas que en el balotaje inclinarán la balanza. Mirada corta y destructiva, incomprensible en dirigentes con demasiadas luchas libradas.
7) El infantil entretenimiento -casi onanista- de los candidatos que debatieron sobre “el debate” durante diez días, los metió a ellos y a la ciudadanía en el juego duranbarbista de la distracción, útil además a la victimización macrista-magnettista.
8) La difusión de ideas y programas -densos y con propuestas sustentables positivas para la ciudad- claramente diferenciados del amarillismo actual, resultó dispersa y no fue ni unificada ni suficientemente resaltada.
9) Aún peor, el abandono, la volubilidad y la tibieza de las críticas a la corrupta inoperancia macrista, resulta imperdonable en vísperas electorales conociendo la desidia y el descompromiso del ciudadano medio de Buenos Aires.
10) Al decir voluble, queremos significar falta de unificación en el discurso: mientras uno parecía un progre-"transversal", otro se mandaba con inclusión y equidad, dando las "tres banderas peronistas" en ¡¡¡Belgrano!!! y, el restante, era pegado mediáticamente a "La Cámpora" peronista y montonera...


Recapitulando:

Hay veces que la corrección no debe ser tan extremadamente impoluta y hay que meterse en el barro. No puede combatirse la falaz metralla de marketing con desapasionada urbanidad: resulta injusto y decepcionante. A la estafa hay que agredirla y esta campaña, realmente, pareció la de una asamblea para decidir la Comisión Cooperadora de un Liceo de Señoritas. Faltó acción, faltó determinación, faltó sangre en las arterias y es una pena, porque las diferencias de perfil de gestión entre sendas fuerzas rivales son notorias.
Por otro lado, las segundas líneas confundieron al adversario. En un Distrito que eligió a Erman González, que fue dominado por De la Rúa durante cinco lustros, que confió en Ibarra, López Murphy, Carrió, Macri y Solanas sin solución de continuidad: ¿es razonable creer que los votos únicamente se disputan con Proyecto Sur o el progresismo aggiornado en duhaldemacrismo de Telerman?

De todos modos -sin fumarnos Tierra del Fuego- hasta un 42% a 32% parece alentador, sobre todo, si las personales y reduccionistas clasificaciones por tendencias para "izquierda y derecha" de las fuerzas partidarias y aliancistas de la CABA son atinadas y suponemos que, del 27% no polarizado, al menos dos tercios podrían decidir por la fórmula Filmus-Tomada y dar empate técnico en Segunda Vuelta.

En horas sabremos los resultados de la primera fase y en tres semanas lo confirmaremos. O no.

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