#Chaco: Ahora Peche además elogia a González Fraga. ¡Mamita!

Desgraciadamente, no sólo Ricardito arrió banderas -aquellas de cuando a la UCR la integraban radicales y no conservadores sumisos al poder- y traicionó ideales paternos -desolando las ideas sembradas y los surcos denunciadores de cipayos-, sino que Carimcito también se sumó al show de la derechización de la U.C.Residual que -disuelto el macrismo aunque no el duhaldismo- busca reconvertirse en la esperanza blanca argentina.

Y lo decimos con profunda pena, sin simulaciones ni sarcasmo. Ni con perversión morbosa por los reciclados en impopulares, transigentes y antirrepublicanos que deshonran a sus difuntos: Raúl Ricardo y Carim Abdul.

Lo de Carim Antonio es más flagrante, porque no puede excusarse en la burbuja de la negligencia como Ricardito puesto que militaba en la universidad cuando Satángel Rozas usó a su padre, primero como nexo con el presidente Alfonsín para empezar a horadar la hegemonía de Luis León en el radicalismo chaqueño y, luego de obtener el perfilamiento buscado, dejándolo en las sombras. Aquella inadmisible traición y la defensa de los más elementales valores democráticos, llevó a Don Carim Abdul a colaborar -a hurtadillas de sus hijos- con Jorge “Quico” Morales en las elecciones provinciales de 1991, cuando el noventismo tendía a la extinción de la UCR que transfería la parte gorila de sus votos a Bussi, Ulloa, Patti, Rico y, claro, a Ruiz Palacios en el Chaco mediante su representante, el radical Tauguinas. Peche padre, no era de aquellos antiperonistas lamebotas y, ante la disyuntiva, tuvo la apertura suficiente para optar por el PJ. Igual no alcanzó ese ni otros respaldos para compensar algunas traiciones internas del justicialismo amante del verde oliva -que lo hay, sin dudas-, abriéndose 3 lustros de atraso.
  

   

Muerto su padre, Carimcito no perdió tiempo en buscar apadrinamiento del entonces gobernador Rozas. En 1999 fue intendente de Pcia. Roque Sáenz Peña renovando hasta 2007, oportunidad en que fue perdidoso candidato a vicegobernador del mismo Satángel Rozas. Resultó electo como anodino diputado provincial dos años más tarde y, recientemente, se prelanzó nuevamente al municipio para bajarse al ver que no pasaría la interna.
  

El año pasado, Rozas impulsó la destitución de Luis Peche -hermano mayor de Carim Antonio- de la presidencia del Concejo Municipal de Sáenz Peña por haberse enfrentado a las estructuras partidarias. A las semanas, la Justicia desautorizó al bloque aliancista y Luis Peche volvió a las funciones, pero la tiranía del opulento ñoquis de Gerardo Morales en el Senado había vuelto a mostrar que alinea con la billetera o los aprietes.
    

Ya sea por falta de conciencia o exceso de ambiciones, nuevamente Carimcito permaneció junto al monje negro de su partido. Ahora, emulando a Ricardito, se alía con lo peor del radicalismo-cavallismo-menemismo, como si las luchas de sus padres Carim y Raúl hubiesen caído en la bolsa rota de la desmemoria. Y sinceramente lo decimos con pesar como el que provoca un duelo, una pérdida de valores en este caso.

Hoy, por algunos medios provinciales de comunicación gráfica y/o digital, el diputado provincial Peche, invitó a la comunidad a asistir a las disertaciones de Javier González Fraga en las dos ciudades más pobladas del Chaco, las cuales todavía son gobernadas por la Alianza “Frente de Todos”: Resistencia y Sáenz Peña.
            

    
  

Carim Peche (H) debería haber dicho: “uno de los economicistas

más consultados en el orden antinacional”. ¿Por qué?

Porque González Fraga ha recorrido un largo camino. Durante la presidencia de Alfonsín (el auténtico, no su fallido clon) asesoró -como consultor privado financiero- los millonarios proyectos del magnate saudita Ghaith Pharaon en Argentina. Al poco tiempo -pasada la extraña muerte súbita de Roig y la sucesión de Rapanelli-, el presidente Carlos Menem lo convocó al Banco Central para conciliar con el propio BCCI de Pharaon. Cuando en 1991 estalló el escándalo de lavado de dinero del narcotráfico, González Fraga renegó de contactos árabes y servicios prestados -como asesor y como funcionario- pero quedó claramente salpicado de corrupción. Un Ghaith en el placard.
    

Rota la alianza de Menem con Bunge y Born y ya designado Álvaro Alsogaray como asesor de Deuda Externa y su hija María Julia para orquestar los remates de ENTel, YPF, Aerolíneas y otras empresas estatales, el hoy candidato sin chances a la vicepresidencia se encargaba de articular sumisa y arteramente la recapitalización de los depreciados Títulos de Deuda a cargo del erario argentino para el posterior lucro de la banca del Tesoro de los Estados Unidos y los organismos internacionales de crédito.

El Citibank, el Manny Hanover y otras poderosas multinacionales interesadas en acentuar influencia sobre nuestro país, aprovechaban las contramarchas por desacoples del gobierno para presionar condiciones todavía más beneficiosas. González Fraga, intentó envalentonarse en Nueva York, quedando en ridículo cuando ya el menemato había cedido todo el poder, sobre todo, a la Banque Nationale de Paris y el J.P. Morgan, principales acreedores de ENTel y Aerolíneas Argentinas desde las garantías ofrecidas por Martínez de Hoz y Cavallo.

Ya con Erman González como ministro, se abrieron los sobres de las telefónicas. Al Citi le tocaba el sur -apoyado en Teléfonica y Techint- y al Manny, el norte del país -con la Bell y sin patas fuertes locales-, por lo que González Fraga y Mª Julia Alsogaray operaron infructuosamente para rescatarlo, facilitándole socios. Esta jugada no le salió bien al entonces presidente del BCRA y la STET -Telecom y Siemens mediante- se hizo del paquete norte.
El trabajo sucio para privatizar YPF que llevó adelante Javier González Fraga es conocido. Y los resultados de la entrega, son tristemente recordados y todavía coletean negativamente sobre los combustibles y la energía.

La llamada Reforma Administrativa también contó al entonces presidente del Banco Central -hoy candidato a vice con el padre de los nietos de Alfonsín- como brazo ideológico ejecutor. La descuartización del Estado y el manejo de los principales estamentos de decisión por parte de los delegados de una veintena de empresas nacionales y multinacionales asombraba hasta al Departamento de Estado estadounidense. Es de recordar que el mismo embajador Todman documentó pruebas de corrupción triangulada entre Argentina, Banca y EEUU.

  
   

Esperamos ansiosos las conferencias en la Universidad Nacional del Chaco Austral de Pcia. Roque Sáenz Peña y en la Universidad Nacional del Nordeste en Resistencia, para confirmar nuestros pronósticos sobre la postura pasiva y condescendiente que adoptará el periodismo. Sería grato que algún reportero nos sorprendiera.

     

         

A este tenebroso sujeto aceptado ¿bajo presión? por el pusilánime ¿o cómplice? abuelo de los bisnietos de Alfonsín para compartir la fórmula de la UDeSo (Unión Democrática Sobreviviente), elogia Carim Antonio Peche.
Mientras suenan en nuestros oídos las palabras de Don Raúl Ricardo: “Nosotros venimos a afirmar que no creemos en esto de que la sociedad se haya derechizado. La sociedad estuvo confundida y está cada vez más clara, pero si se hubiera derechizado, lo que tiene que hacer la Unión Cívica Radical, en todo caso, es prepararse para perder elecciones, pero nunca para hacerse conservadora.”
                      

A todo esto, el candidato presidencial que apenas rasguña la tercera parte de apoyo que Cristina Fernández en los sondeos -disputando el cómodo segundo lugar con Tachuela Duhalde y Heilmes Binner-, traicionando las banderas de Alem y de su padre, ya no esconde sus intenciones de volver a los ’90 a cambio del auxilio mediático y financiero del establishment. Como muestra basta un botón: Javier González Fraga. O dos: Francisco De Narváez.

El bisabuelo de los tataranietos de Alfonsín, ya no simula su inalcanzable propósito de desmantelar al sistema productivo para reimpulsar la zoncera subyugante del granero del mundo en beneficio de las minorías, proponiendo recortes a la inversión social y a la redistribución al trabajo, la ciencia y la industria, pretendiendo dar marcha atrás con la reestatización del sistema jubilatorio y con todas las medidas que permiten aportar equidad a la soberanía nacional y subcontinental conseguida.