Claro que no faltaron quienes ven la oportuna respuesta plena de barrio que dio Aníbal Fernández como una agresión y no así al puerilmente provocador comentario del burdamente encubierto aspirante a community manager. O, más escaso de suelas gastadas aún, quienes apreciaron lo de Ziberial como un chiste "virtual" y lo del senador como una reacción (sic) de bajo nivel (resic) y falta de intenciones de diálogo y consenso (recontrasic) y sarasa sarasa.
Twitter es genial. Ofrece información instantánea y desde el lugar de los hechos como este divertimento donde se horizontaliza -a veces- la comunicación. Pero claro, también se presentan las "lecturas" imbéciles de quienes "viven" en Twitter y vacacionan en Facebook pero les falta calle caminada y 1.0 recorrida.
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