@berlich, a quien sigo en
Twitter intentando evitar aislarme en la garrafa oficialista -amplia
pero garrafa al fin y al cabo- al leer a opositores -ya sean políticos, operadores mediáticos o
sus patrocinadores financieros-, propuso que le escribieran las consideradas frases del año:
Y le envié algunas de las enunciadas por Carrió, Macri, Ritondo, Lanata,...
Pero sólo una frase tuvo la aceptación de
Erlich con su retweet incluido:
Las otras, no. Nada. Sin embargo, una reciente frase de Lanata no solamente no
tuvo la aceptación (?) ni el retweet (?) de Erlich, sino que recibió su refutación:
Pero, claro, Bernardo Erlich es humorista en el
Diario "El País" de Madrid desde julio de 2007. Y es notorio el burdamente triangulado refrito
de noticias que oficia esta prensa española con los medios concentrados de Suramérica. En Argentina, con el Grupo "Clarín" y la Editorial "Perfil".
Y, además del liberalísimo Mario Vargas Llosa y el no menos progresista Martín Caparrós, hace un tiempo otra célebre pluma sudaca se ha
sumado al staff. En el viejo y nunca bien ponderado "Juego del Tero", Jorge Lanata es difundido enfáticamente por el periódico de PRISA:
Y entonces, la cosa cierra. Aunque, volviendo al 80%, agreguemos algunos datos del IVC e IBOPE para evaluar la influencia mediática:
Amigas y amigos, lectoras y lectores, compañeras y compañeras: No veo el momento que Erlich comparta el prometido PDF para conocer el modo
de demostrar que la sentencia de Lanata afirmando que el 80% de los medios argentinos está en manos del gobierno" es un "dato de la realidad".
Y, si se le ocurre imputarlo a eficiencia y credibilidad, dado que me mandé un rapidín yendo a los sitios del IVC e IBOPE, ahí me tomaré el trabajo
de recorrer los diarios, semanarios, circuitos de cable, canales y radios provinciales, además de los porteños mal llamados nacionales. Veremos...
Post-Post
Y como soy un caballero, invité a Bernardo Erlich a leer esta nota y me comprometí públicamente en la red social (?) a relevar "datos" nacionales:
Y el humor del humorista tiene el sentido cacerolo. Es evidente que si pude insertar sus
tweets y Erlich me había dado
retweet y contestó mis menciones, es porque no tenía bloqueo. Pero, luego del
nerd intento de
cancherear pidiendo
convite de lo que estaba tomando y habiéndole ofrecido mate amargo, el dulce tucumano procedió a bloquear cuenta:
Jamás una palabra sobre los datos del IVC e IBOPE. Jamás un argumento para alumbrar el humo de Lanata. Es que esta gente se monta
al pingo de la libertad de expresión pero les corcovea en la gatera. Como sus patrones. Todo muy
ortiba, todo demasiado
cacerolelo.
Créase o no, no sólo Lanata tiene coreutas multimedia. Hasta Erlich se agenció de aplaudidores virtuales... Anónimos, cobardes y lentejas, claro:
No veo
"El Libro del Gordo PePeTe". A esa hora miramos
"Bajada de línea" en casa. Pero luego de la sobremesa
familiar me conecté a
Twitter y un
hashtag llamó mi atención al convertirse en
Trending Topic: #ElRacingDeLosK
Me dije: -Ah, bueno, ¿quién puede ser tan surrealista como para pensar que un Club que no sale campeón hace más
de 12 años y que jugó la Promoción en 2008 sea apadrinado por "los K"? Respuesta sencilla: un vendedor de humo.
Un vendedor de humo que -encima- no tiene remilgos en asegurar que detesta el deporte más popular del país, ni
siquiera le simpatiza el equipo de su barrio (Arsenal de Sarandí) y, por falta de tablón, ignora hasta lo más elemental:
Que la producción de humo tóxico del adalid del
Grupo "Clarín" y la desmesurada venta que encaran sus múltiples
satélites del
holding comunicacional, es apta para veganos/as políticos/as alimentados/as con chatarra predigerida,
no deja demasiado lugar para dudas. No obstante, no resistí la curiosidad por saber cuál verdura acababa de vender,
qué estofa sociocultural la había comprado y cómo le cayó a sus intestinos inmunizados por tanto seborreico refrito.
Redundaría aludir al dislate de los
tweets cacerolientos de la exigua troupe de
coreutas de Sanata, por lo que sólo
compartiremos un par de
conversaciones devenidas tras mi aporte a esa etiqueta que era tendencia del momento:
1) Un opinador no cacerolo:
En fin. No sé si hubo demasiado consenso y creo que nos fuimos en relatos sin profundizar demasiado, pero no deja de ser
grato haber intercambiado pareceres -en acuerdo o en disenso- sin que medien pueriles chicanas ni insultos de Manual con
alguien que -evidentemente- no es oficialista pero tampoco un grotesco opositor despropositado. Es que a quienes califican
de agresivos es a los que apoyamos este signo de gestión y, sin embargo, basta comparar con el trato habitual del cacerolaje.
Eso sí, el Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones del menemato y la Ley de Déficit Cero de la Alianza, quedaron flotando:
Leer a alguien que repite un complemento circunstancial -trocado en sujeto de la oración- y, encima, lo sigue con la onomatopeya
de una risa sin motivos tangibles ni razones válidas, ya describe suficientemente. De todos modos,
stalkeé su Perfil y encontré esto:
Al redondearle un seguidor por cada casi 40 tweets y cuatro veces más seguidos que seguidores, recordé a
Jack Dorsey y
se lo comenté, para evitar discusiones virtuales con alguien que me resultaba inevitable prejuzgar como incapaz de aportes.
Por supuesto que -en su limitación- ni se le ocurrió mirar el Perfil y supuso que referí al 54% con otro burdo jajaja, una frase
ininteligible, otra risa virtual y sobre algo regalado que puede verse como la necia práctica de
trolls no dispuestos a charlar.
En definitiva, Dorsey puede fallar, pero evidentemente este no era el caso. Al pobre Carlitos se le cayeron algunos caramelos:
La cuestión es que ni siquiera lo bloqueé. A pesar de tener todas las características de
troll corneta de Souto, consideré que su torpeza, su
pésima urbanidad (aún en una red social) y el nulo ánimo por conversar sino por agredir sin sustento, Carlitos no es un
troll. Carlitos es un
adolescente -supongo- intelectualmente disminuido y con la cabecita completamente limada por el gregario consumo de
paco mediático.
Basta ver cuando se despide extemporáneo y, en el intento de convencerse que nadie lo
ninguneó, asegura que había dicho "chau" con eco
al simio prejuicio del
choripán. Barato, agrega. Doce millones de choripaneros y choripaneras: "En el mundo se les cagan de risa". Carlitos
escucha voces, ve gente muerta y lee
tweets no enviados. Carlitos debe ser uno de los
fans que le quedan a Carrió. Estimo. Le da el
target.
Si, como es de imaginar, los
tweets te parecen increíblemente bizarros, clicando el título enlazás con la
tweetsbetween conversation.
3) Corolarios:
Aunque tal vez esta nota no aporta mucho, me interesó compartir las conversaciones fuera de la garrafa oficialista. La burbuja asfixia.
Sea como fuere, cuando el aire está herméticamente cerrado, se envicia y acarrea riesgos. Y sí sirve para notar que Carlitos hay pocos.
No saben qué quieren ni quienes los representan. No mueven el amperímetro. Sin embargo, la mayoría de quienes hoy se ven como
opositores, pueden considerarse recuperables para las causas nacionales y populares. El tema es a cuál precio. Hay costos que nadie
que apoye este modelo estamos dispuestos a pagar. Si el diálogo pasa por someterse a los nefastos intereses de las corporaciones, o
por claudicar en la recuperación de derechos con equidad, o por rematar el Estado y entregar la Nación, o por retomar las relaciones
carnales con el extorsionador poder de la
timba financiera mundial, o por ajustes y recortes para la exclusión de las mayorías, o por
sostener al arcaico
statu quo dominante, no. Está claro que ese diálogo no nos interesa. Ese monólogo lo materializan el
PP y el
FAP.
El quid de la cuestión es que ni siquiera
tuiteamos sobre Lanata. Y bien cabe decir que mientras a nosotros/as nos importa el quid
de la cuestión, a ellos/as sólo les preocupa el
kit de las Essen... Y, sinceramente, el
Show de PePeTe sólo califica para el chiste:
Y Racing no es de los K ni todos los K somos de Racing: Cristina, como platense
Nac & Pop, eligió ser hincha de
GELP. Je.
Eso sí,
Racing no es de los K ni sólo Néstor vibró con Racing. Para no polemizar, no detallaremos sobre Juan Domingo Perón:
Y, para no humillar, no pondremos a Atahualpa, Pugliese y Piazzolla. Mucho menos, a actores y actrices, ni modelitos y vedettes.
Tampoco a primates, porque uno no elige el club por algunos hinchas. Aunque a Racing bien se lo pueda querer por la hinchada:
Y, como Evita no era hincha de la Gloriosa Academia sino de Banfield, para formar con once podríamos agregar a Guillermo "Napia" Moreno.
O -como acostumbramos hace tiempo- recurrir a la cantera. Ponemos a los pibes, que -para el inadmisible gusto de Lanata- son grandes...