Un triste personaje que jamás colaboró -aunque tenía entre 32 y 37 años- cuando su padre intentaba ejercer la presidencia del País.
Un decadente descomprometido que, portando apellido, en 1993 fue Convencional Nacional mientras al Partido lo presidía su padre
Raúl (93-95), Terragno (95-97) y De la Rúa (97-99), cuando la UCR -ya no de Alem- se doblaba para quebrarse de nuevo en el 2001.
Un fallido imitador electo Diputado bonaerense entre 1999 y 2003 que luego retornó al estudio jurídico y la ferretería en Chascomús.
Un salame -hueco de toda oquedad- rodeado de alcahuetes parásitos de un apellido quizá magnificado por el inconsciente colectivo
que le hacen creer que tiene condiciones para construir o conducir algo... Basta verlo para conocer su agenda diferente a la del padre.
@FlorchiOrlando Pobre tipo. Se rascó el upite hasta cuando el padre nos presidía. Lo bendijeron candidato post mortem y se cree estadista.
— #Tramon y #Tina (@AdanDeUcea) July 24, 2013
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