Nelzonzo Cacastro y Hugogó Momollano un sosolo corazazón


Las gordas movidas que últimamente viene impulsando el moyanismo entre adhesiones y diásporas, configuran un asunto de escabroso abordaje para quienes apoyamos esta expresión peronista materializada hoy en Cristina Fernández de Kirchner porque la consideramos la más genuina, abierta y diversa de las corrientes en curso. 
En la actual coyuntura resulta más cómodo y grato ser progre antiperonista o aislado pejotista de derecha o especulador macrista agazapado o conservador binnerista esperando rupturas o radical de cualquier gajo intentando emparchar la debacle. Sí, cuestión peliaguda para compañeros y compañeras del campo nacional y popular.

Claro que cuando de poder se trata, nada es tan lineal y, en este caso, se entremezclan múltiples situaciones ambivalentes. Algunas turbias complicidades con la AAA y la Dictadura cívico-militar durante el recrudecimiento de la represión, con ciertas resistencias populares casi quijotescas en tiempos de gremios fuertes en pleno colaboracionismo entreguista; demasiados preconceptos impuestos al estereotipo del gremialista para filtrar aún cuando aplican en viejos gordos y nuevos engordados, con las incontables maniobras desatinadas e intransigentes a considerar también desde el gobierno nacional; aviesas demonizaciones a sectores plenamente integrados al movimiento político-social vigente haciendo eco del discurso mediático más reaccionario, con demás acciones y posturas que salen de la estructuración idealizada de una gestión.

Un asunto de escabroso abordaje. Soy peronista y estoy lo suficientemente adoctrinado como para tener doble fusible en serie en el ventilador tira mierda cuando apunta a compañeros y compañeras. Así como la organización de Moyano decidió un Paro “porque estaba cansado”, acá también nos cansamos aunque no del Exhorto Judicial ni de la orquestada Campaña en contra ni de la mafia de los medicamentos truchos ni del enredo con el asesinato de Mariano ni de las sospechas sobre la AAA…
Estoy cansado yo también y, de hecho, me respaldo en lo que queda escrito: tweets y posteos. 
Estuve releyendo en orden cronológico las notas con la etiqueta Moyano H en este blog. Es evidente que me resistí a ver al Secretario General de la CGT como al enemigo. Que estuve convencido de su ingenuidad utilitaria al viejo establishment sindical y corporativo. Que trataba de revalorar sus luchas de los ’90 y los apoyos post 2004. Que prefería pensar que, aún siendo un dirigente curtido y con suelas gastadas, lo habían entornado viejos zorros del contubernio. Que eran maniobras válidas para tensar mayores reivindicaciones laborales mediante Pablo y otros referentes de la línea dura, en tanto Recalde y Facundo aflojaban la maroma. Ni dudaba que los aliados al FpV que lo descalificaban crudamente, lo hacían desde su gorilismo de base. Me rompía la cabeza por entender los acercamientos a execrables personajes como Venegas, Pedraza, Barrionuevo y tantos otros, confiando en el buen tino del apriete gremial pero que se mantendría orgánicamente secante a lo peor del sindicalismo vernáculo.

Anoche dejé de romperme la cabeza. Las dudas y las certezas por fórceps se disiparon.
El propio Hugo Antonio Moyano se encargó de hacerlo con su sincera
y afable entrevista en el programa que conduce Nelson Castro en TN:
   
Así las cosas en “El Juego Impío”.
El siniestro fogonero Castro, apenas cumplido el protocolo del saludo en cámara, pasó un vídeo de aquel gran Acto de la CGT festejando el Día del Trabajador  en la Avenida 9 de Julio el viernes 29 de abril del 2011, cuando Hugo Moyano manifestó el apoyo del movimiento obrero al postergado lanzamiento de Cristina Fernández de Kirchner a la reelección en las PASO de agosto y las Generales de octubre, dejando claro lo irrefutable: el derecho de los compañeros trabajadores a “reclamar algún espacio en las listas”.
Ya se percibía el comienzo de la crisis. Se olfateaba la consumación de los antagonismos. Se trasuntaba la compulsa interna y los probables celos de quienes miraban a 2015 pretendiendo ganar más y mejores posiciones. Y las insatisfacciones se veían tan potentes como inexorables.
Ante la reciente viudez y malas experiencias, era casi una obviedad que esas listas se integrarían con bases en los grupos más intestinales del kirchnerismo. ¿Que puede ser cuestionable? Claro que puede serlo, pero habría que ponerse en el cuero de la encargada de conducir los destinos del país habiendo perdido al compañero y guía de toda la vida. ¿Sobre quiénes se apoyaría para consolidar la gestión, sino sobre pingüinos, cercanos cuadros de “La Corriente” y de “La Cámpora” mechados con colaboradores de lealtad, compromiso y competencias comprobadas? Así como era un hecho que se integrarían fuerzas aliadas y transversales a los referentes territoriales del PJ y a representantes de las organizaciones sociales y obreras que acompañaron al movimiento desde su origen o, al menos, a partir de unos meses de asumido Néstor Kirchner…
  
La cuestión, compañeros y compañeras, es que el prefacio de Nelson Castro fue directamente a remover llagas. O nervios. O músculos. O fibras.
Un perverso sádico con ínfulas de Dios como gran parte de los médicos, con perdón de médicos y médicas, de neurólogos y neurólogas.
“¿Qué quedó de eso?”, le mandó el galeno conductor mediático sin peridural. ¡Ay, Huguito!, a esta altura de la soirée dejé de creer en la candidez de la dirigencia y en los engatusamientos de los comunicadores para hacer decir lo que uno no piensa o no quiere decir. Eso aducen Feinmann, Caparrós, Lorenzetti y otros tantos, sin embargo confío poco sólo en algunos. 

La cordial entrevista siguió con esa sistemática táctica. No obstante no la abordaré en detalle porque, como trabajo de 7 a 13 y recién pude sentarme frente al teclado luego de almorzar, estimo que ya habrá decenas de lecturas desde variadas perspectivas sobre la noche de anoche. 
Agrego esta nota de Oscar Cuervo que desgrana el oprobiosoo diálogo entre el perverso operador Nelson Castro y el que acusa al gobierno nacional de haber perdido el rumbo, Hugo Moyano: La otra: La triste parábola de Hugo Moyano: del MTA a esto
   
En síntesis, luego de dinamitar puentes con cuestiones que nada tienen que ver con las reivindicaciones obreras, tras hacerse eco de las consignas repicadas por los reales representantes del más retrógrado poder fáctico, y, después de haber repetido las exactas adjetivaciones del privilegiado establishment, el compañero Hugo Moyano terminó reclamando el diálogo…

  
Y como quien busca soportes para justificar que no vale demasiado seguir rompiéndose
la cabeza, pasé por el Time Line de @JulioPiumato, tipo simpático si los hay.
  
Don Julio viene derrapando día tras día y, como un mal conductor (de vehículos),
se empantana y reacciona subiendo el volumen de la radio y acelerando alocadamente.
Con décadas de piloto judicial parece no ser tan baqueano y pasa de vueltas al motor
hundiendo el auto hasta dejarlo sin que las ruedas siquiera se apoyen sobre la huella.
Colgado. Vibrando. Pero inmóvil y quemando aceite.
   
Sería largo e improductivo marcar las chicanas de barricada del menesteroso tuitero Piumato, pero asusta percibirlo confundiendo una red social con una asamblea de los judiciales. No quiero que suene peyorativo pero al leerlo, muchas veces lo imagino con los ojos inyectados en sangre y la aorta inflamada a punto de estallar.
Y ya sé que para los preconceptos establecidos, algunos compañeros y algunas compañeras podrán pensar que lo aprecio desde un enfoque reaccionario. Y no, no creo que sea así. Soy peronista, militante, trabajador y agremiado. Estimo que bastan recorrerse etiquetas de este blog como PROgregregres y otras, para aproximarse a la postura desde la cual escribo en consecuencia con la militancia partidaria y frentista y el trabajo técnico comunitario que desarrollo en diversos ámbitos. Por ello, lamentaría hondamente que tales compañeros y compañeras actuaran en sintonía (gruesa) con Facundo Moyano, quien anteayer me bloqueó de su cuenta en Twitter sin expresar motivos cuando le formulé un par de sugerencias. Y cuando un peronista comienza a sentirse más de lo que es, empieza a convertirse en oligarca. Actitud no solamente infecunda políticamente sino virtualmente absurda, ya que me demandaría un poco de tiempo entrar a leerlo a pesar del seguimiento censurado. En fin…

Además de las acá mayormente obviadas chicanas, abundan coincidencias y se exhiben temáticas compartidas
como términos con idéntico significante que el dado por el discurso opositor y desestabilizador más acérrimo.

Para recordar uno de los últimos tweets a la saga de la usina de manipulaciones, va este:
Y… eran las 9:42 del jueves.
Ya estaba desmontado el Padilla Gate, tal compartí en #C5Ncensura (en el País Virtual).
Ni dudar que Piumato estaba operando, Querido Pingüino. ¿O es otro que se pasa de cándido?
   
En realidad, más que párrafo el mal párrafo doblado y defectuoso
párrafo copy and paste párrafo mensaje en twitlonger,
me tentó compartir por el banner:
¡Esto es guerra! No van a decir que no está bueno.
   
O, acaso, este tweet del 13 de marzo, ¿no es guerra?
El #PeronismoPuro de Piumato parece consistir en chicanear aliados como quien desconoce
la esencia fundacional del Aluvión Zoológico y todos y cada uno de los Programas
y las presidencias del General Perón convocando al Gran Movimiento Nacional.
No voy a ser tan atrevido como para decir que el Secretario General de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación ignora el leitmotiv del #PeronismoPuro pero… Pero sin intenciones de usar peronómetro, si hay algo que representa un oxímoron sociopolítico es decir Peronismo Puro. Justamente, el movimiento más plural y heterogéneo del que nuestro país tenga memoria. Y, precisamente, por eso se generan en su seno permanentes tensiones entre las izquierdas y las derechas, entre heterodoxos y ortodoxos, entre innovadores y nostálgicos, entre místicos y tecnócratas, entre aprovechados y aprovechadores…
No siempre cuando los gatos en la bolsa parece que se pelean, se están reproduciendo. A esta altura, gran parte del Frente para la Victoria empezamos a perder aspiraciones de reproducción y a conformarnos con no masacrarnos como gatos caníbales en el circo del antipueblo. Triste. Y nada grande puede hacerse con tristeza.

Y este del 5 de marzo, ¿no es guerra?
Moyano es de Primera y en esto no hay Copa Argentina, según el sindicalista judicial.
Fútil guerra saliendo con el arcabuz para bajar de categoría al cuervo Larroque,
casualmente referente de “La Cámpora”, agrupación a la cual se puso de moda pegarle
sembrando intrigas desde los dispositivos generadores de rumores más articulados.
Y dextrógiros. Comandados con control remoto y por home banking
desde la calle Tacuarí y el bufete de la vecinalista esperanza blanca.
  
Y este otro del 2 de marzo, ¿no es guerra?
¿O es sólo apriete en zona de exclusión?...
Otra tapa para “Clarín”. Otra columna para “Perfil”. Otro título para “La Nación”. Otro zócalo para TN.
  
¿Y cuándo fue “hoy justo hoy”? Cuando dos días antes, el miércoles 29 de febrero, se había realizado el Acto en la CGT celebrando la Declaración de los Derechos del Trabajador en 1947 con duras críticas al gobierno de la Nación y, con suspicacia, los delfines del Secretario General -como el judicial que paradojalmente descree y vitupera la independencia de la Justicia- sospecharon que su discurso aceleró la citación del juez Oyarbide a indagatoria por presunto lavado de dinero en el gremio de Camioneros, luego de un año del requerimiento de la Justicia Suiza, casualmente coincidente con el llamado para nada chantajista del Paro Nacional de los transportistas que terminó quedando sin efecto. En suspenso.


Nobleza obliga, en los tweets de Piumato también hay cuestionamientos razonables en defensa de los trabajadores y propuestas reivindicatorias de derechos laborales. Realmente considero lamentable que las metodologías, por obsoletas y aferradas a viejas lógicas, son inadecuadas y a los resultados me remito: cuando no se puede consensuar suele suceder porque los involucrados son intransigentes, porque no se plantean compromisos razonables y sólo hay demandas de uno y otro lado. O ninguneo al menos de uno. 
Para cerrar con mi mirada de simple militante del campo (del campo posta, el del País Profundo, el que volvió a ser atendido luego de medio siglo de arbitraria indiferencia) sobre el representante de los judiciales nacionales, agrego un par de justificaciones. Si me excedí en autorreferencias, me disculpo aclarando que lo hice para mostrar desde qué lugar me manifiesto. Y, si aún sin intenciones cacé el peronómetro, me excuso invitando a contar si en el Twitter Time Line emitido por Julio Piumato se repite más veces APDV-CGT o Perón-Peronismo
  
  
Y ya que estamos en la red social, vamos a la cuenta del sofista entrevistador TNdencioso.
De algo no hay dudas. A Nelson Castro no se le cae una idea o al administrador de Twitter
en la cuenta @NelsonEnMitre hay que cortarle los víveres. No escribe ni para citarlo/se. 
Solamente retwittea a @RadioMitre y, en ocasiones, a algunos y algunas primatweets
que aluden cuestiones con un tinte gorila que debe considerar merecedor de repetición.

La cuestión es que le ponía ganas. Hasta recurriendo al pensamiento mágico me esforzaba por comprender las siniestras movidas del moyanismo modelo 2011. Pero ya no me rompo la cabeza.
Posturas parecidas adopté cuando desde adentro (o desde la transversalidad crítica) hacían leña de los asesores de la Presidenta acusándolos de que le informan mal y la hacen cometer exabruptos, como con el recortado y manido “trabajan 4 horas diarias y tienen 3 meses de vacaciones”, en sintonía con la prensa que oficia de blanqueado monje negro del tullido rejunte opositor. Convengamos que soy docente y no me puse el saco, entendiendo perfectamente a cuáles maestros y maestras iba dirigida la idea. 
Anoche, nuevamente, el médico que se volcó al hipoiodismo cuando la radio “El Mundo” pertenecía a Amalia Lacroze de Fortabat, volvió sobre el concepto simulando dialogar con la Presidenta: “A Ud. la informan mal y por eso miente”. Valga para disparar reflexiones a unos y otros. 
Y me comprometo sacándome el entripado: Si alguna vez fuese posible que me advirtiera coincidiendo con esos deformadores de opinión, revisaría descarnadamente mis convicciones.

A propósito, valen verse los ansiosos tweets de un claro representante del doble estándar:
Dime quien te aplaude y te diré qué hiciste. Dime quién te repite y te describiré sus intenciones.

  
Sinceramente, como peronista del campo nacional y popular,
espero que haya quedado algún puente en pie o,
al menos, alguna soga a mano para que el diálogo
se concrete reevaluando condiciones y llegando a un acuerdo.
Ni Hugo ni Cristina son de esquivar el bulto.
Y grito con poco aliento: ¡Viva Perón, mierda!

3 comentarios:

Ricardo dijo...

Muy buen post.
Comparto la mirada.
Entendía estas movidas de Moyano y quienes lo secundan como una manera de asegurarse la CGT en estas elecciones que vienen, pero francamente algunas de la cosas que dijo el Hugo en lo de Nelson Castro me sonaron a agachadas mal. Y no me gusta que se haga el macho con la Presidenta a la vez que dice en TN lo que en TN quieren que diga.

Un abrazo.

Adán De Ucea Queralt dijo...

Gracias, Ricardo. Tengo el lomo tan cascoteado que me bancaba actitudes peyorativas sexistas y comprensibles celos por los armados de los dos poderes políticos y teatrales escenas de capanga como si los diálogos se fomentaran desde el sarcasmo y caprichosas posiciones del gremialismo atado a lógicas perimidas y demás... Pero lamentablemente, parece que esta vuelta se le escapó la tortuga al compañerito.
Ojalá me equivoque. Ya sabemos quienes se nutren de las confusiones y las rupturas.
Abrazo.

Oscar Cuervo dijo...

Interesante post, Adán. Yo fui de los que emepzó a desconfiar de Moyano hace un año, cuando amenazó con parar y movilizar a Plaza de Mayo por el exhorto suizo. Ahí tuve un cruce con Piumato en twitter y me bloqueó. Pero lo de ayer superó todos mis prejuicios: la reivindicación de la viuda de Noble no es ni siquiera una traición, sino una parodia berreta de lo que se supone que es un traidor. Esa sobreactuación supera toda necesidad de negociar paritarias y hasta de posicionarse en la interna cegetista. Es una muestra de servilismo. Se sabe que lo pueden invitar todos los días a TN, pero solo lo van a usar como forro y lo van a dejar tirado en cuanto encuentren una operación más dañina. DE todos modos, dada la degradación que está mostrando Moyano, creo que no le hace daño al gobierno nada de lo que él diga. Hasta me parece que estas defecciones lo aíslan dentro del sindicalismo peronista. No me sorprende tanto su deslealtad como su torpeza. Saludos

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Este blog también hace equilibrio en la fisura