#Chaco: Estancia “La Fidelidad”, una boscosa maraña de intereses

  
Agrego algunos comentarios esperando satisfacer la curiosidad manifestada por tantas amigas y tantos amigos que leyeron el posteo de ayer.
  
  
Vida gris, novela negra
  
Efectivamente, la vida y la muerte de Manuel Roseo presentaron una frondosa trama que parece adaptada de alguna novela negra. Espero no alimentar suspicacias con esto ni que, porque también soy chaqueño, piensen que me desempeño como agente de marketing de Mempo Giardinelli, por caso.
Es que don Manuel, disponiendo de propiedades equivalentes a centenares de millones de dólares vivió como un ermitaño del modo más austero imaginable. Si a mí no dejó de asombrarme, que convivo con las costumbres urbanas del norte pero que también tengo familiares en el campo y sé de sus códigos, valores y hábitos diferentes, no quiero pensar a quienes residen en las grandes urbes corriendo todo el día y dejando la vida en ello, aislados de sus vecinos y con un universo reducido a una decena de personas, casi siempre y como muchas.
Como en toda novela negra el enigma cambia el eje del género policial, de antemano se conocen los asesinos o sus motivos y lo relevante son los vericuetos anteriores y los rasgos psicológicos e intereses que se desenlazan en los personajes también luego del crimen.
  
  
Perfiles y estilos
  
El nada estereotipado terrateniente era un hombre de cortas palabras, largos silencios y pensamientos inalcanzables hasta para los íntimos. Aún con una fortuna en propiedades viviendo como un asceta sui géneris, Roseo vestía indumentaria de fajina tipo Grafa y se movía en un viejo Jeep de los ’60. Evidentemente, sus necesidades y deseos poco tienen que ver con la idiosincrasia corriente.
Manuel y su hermano Luis habían comprado la estancia al magnate Jorge Born, en los ’70, para abocarse a la actividad primaria sin demasiado éxito hasta que, fallecido Luis, el campesino acogió a su viuda y se dedicó a una pequeña explotación forestal que procesaba en su propio aserradero a baja escala, trabajando hombro con hombro junto a una docena de peones y empleados.
  
Este italiano nunca nacionalizado en los 75 años que no aparentaba, tenía un rústico caserón perdido en la espesura del monte, enclavado cerca del Río Bermejo en el casco de la inmensa estancia. Sin embargo, habitualmente residía en una pequeña y vieja casa sin ningún confort que compartía con su cuñada viuda, Nelly Bartolomé (73), en la ciudad de Castelli. Aquel atroz 13 de enero, ambos fueron ultimados a golpes y asfixiados con bolsas plásticas y un cinturón. Además, los asesinos mataron a balazos a un empleado de Roseo y sustrajeron la documentación de los campos que encontraron al revolver la casa.

También en Castelli vivía Nélida Cuéllar, en una casita que le había dado Roseo antes del primer embarazo, tan sencilla y desprovista como la del insólito terrateniente. La mujer, de apenas 40 años, había sido “la querida”, la segunda -llamativamente sin primera- durante dos décadas.
  
Con visitas cotidianas, presumible amor mutuo y dos hijos en común a quienes el estanciero mantuvo y atendió siempre, no obstante claro está, siguiendo sus propias ideas acerca de las necesidades y las relaciones, las que pueden o no ser compartidas por quienes tenemos marcada la cultura del consumo y de la permisividad ante el control de nuestras acciones personales por parte de entidades estatales y privadas.   
  
Roseo demostraba afecto y dedicación para sus hijos, Lucía Manuela de 18 años y Emanuel, de 9 y con una discapacidad motriz no neurológica, aunque no los reconoció legalmente -según cuenta su pareja- porque no dispuso oportunamente de la documentación cívica argentina que estaba tramitando al ser asesinado…
  
   
Azarosa mensura y novedades
  
A mediados del año pasado, don Manuel Roseo tuvo intenciones de vender una pequeña porción de sus tierras. Hoy los rumores refieren a que quería disponer de dinero para costear los eventuales estudios universitarios de Lucía prontos a iniciarse, y otros, que planeaba viajar a su Italia natal.
En definitiva, para llevar adelante el pretendido negocio, el terrateniente solicitó la actualización de mensuras y datos catastrales. Cuando el agrimensor contratado se dirigió a la Dirección de Tierras de la Provincia de Formosa, notó que un colega había efectuado trámites similares con un Poder supuestamente otorgado por Roseo. Sin tomar real conciencia de lo que podía venir detrás y siguiendo las recomendaciones del agrimensor, el campesino viajó a Formosa Capital a comienzos de agosto, donde pidió asesoramiento al escribano abogado Sergio Kleisinger, quien advirtió la existencia de un tal Roberto Oscar Michetti que ostentaba dicho Poder de Autorización para vender la totalidad de 109.000 hectáreas de tierra en esa provincia.
Desconcertado por la novedad, Roseo le pidió a Kleisinger que constatara las documentaciones del latifundio al sur del Río Bermejo. La situación encontrada fue peor: se hallaba en proceso un juicio de escrituración en contra del dueño de las 150.000 hectáreas del Impenetrable Chaqueño por otro Boleto de Compraventa apócrifo que Roseo jamás había firmado. Por si faltasen conflictos, la causa estaba siendo tramitaba en el Juzgado Civil y Comercial de San Lorenzo, Provincia de Santa Fe, y ya contaba con una “anotación de litis”, la cual resulta aplicada cuando tras la firma del boleto de compraventa se demora la escrituración definitiva y, generalmente, el juez termina certificando el título de propiedad.
   
Aquella inesperada y azarosa revelación provocó que Roseo y Kleisinger se abocaran a aclarar la escabrosa situación. Ahora, previendo que representaba un obstáculo para lo que parecía ser una organización mafiosa con largos brazos, el campesino temió por su futuro y por su vida.
  
Ni su inusual vida de bohemio rural ni su destartalado Jeep ni sus bucólicas viviendas, impidieron que asociaciones delictivas pretendieran alzarse con los campos ni que, casi por casualidad, estuvieran a punto de lograrlo aún cargando tres muertos. La trama de delincuentes, escribanías, juzgados, direcciones catastrales y de tierras y otras instancias involucradas cubiertas de sospechas, resultó bien densa, tan densa como la copa del quebracho colorado en verano y con un desenlace tan rojo sangre como su madera “quiebra hachas”.
  
  
Hoy es inaudito no relacionar las múltiples ramas putrefactas que acabaron con las vidas de Manuel Roseo, Nelly Bartolomé viuda de Luis Roseo y el invisibilizado peón rural.
  
  
Motivos y maniobras

El primer detenido a doce días del triple crimen fue Raúl “Gusano” Mennochio (52), quien reclamó por las tierras que alega haber pagado u$s 40 millones tramitando la compra de las 109.000 hectáreas de la parte formoseña con Michetti, de quien relató que le había exhibido el referido Poder de mediación para compraventa supuestamente firmado por Roseo y avalado por un escribano correntino: Roque Antonio de Jesús Silva.
¿El escribano fue socio del espurio intento de estafa en la operación comercial? ¿Siniestro cómplice o crédulo imbécil incompetente?
  
Tras varios allanamientos en Formosa, Corrientes, Chaco y Misiones, la Policía atrapó a Salvador Borda (45), también identificado por los vecinos como otro de los simuladores visitantes de la vivienda de Roseo y su cuñada previamente a los homicidios.
  
Casi simultáneamente a menos de un mes del asesinato, con procedimientos policiales y judiciales a un estudio jurídico, una escribanía y tres viviendas en Puerto General San Martín y San Lorenzo (Provincia de Santa Fe), resultó detenido el tercer implicado en el crimen: Claudio Alfredo Gómez.
Gómez, a inicios del 2010 había tramitado la escrituración a su nombre de las 150.000 hectáreas en jurisdicción chaqueña por la irrisoria suma de u$s 400 mil. Otro impostor había atestiguado la operación, aunque en pocos días la maniobra fue desbaratada con el asesoramiento del formoseño Kleisinger.

Los tres partícipes fueron capturados por el Comando de Operaciones Especiales (COE) en combinación con las direcciones de Homicidios de la Policía del Chaco y la de Investigaciones de la provincia de Santa Fe, adjuntando armas cortas y diversas pruebas como prendas de vestir que coinciden con las descriptas para los furtivos visitantes por los vecinos de Roseo y Bartolomé, fotografías de los campos y las viviendas de las víctimas, planimetría catastral y títulos de propiedad originales, junto a diversos oficios relativos a las maniobras fraudulentas oportunamente conjuradas por Roseo y su abogado.
  
En septiembre se realizaron actuaciones de careo judicial entre Roseo, Gómez y -su inicial apoderada- la abogada local Romina Maggini Núñez, quien finalmente colaboró en el esclarecimiento de la causa. Tras la audiencia, Liliana Pasquinelli -jueza Civil y Comercial Nº 1 de San Lorenzo- resolvió “declarar la nulidad del escrito de allanamiento” -del falso Roseo por las propiedades- y “rechazar la demanda de escrituración entablada por el señor Claudio Alfredo Gómez, con el patrocinio del letrado Sergio Nowodworski”, reconociendo la autoría de la firma apócrifa.
  
  
Justicia que desajusta
  
Ya ni aludiendo a estudios jurídicos, escribanías, juzgados y direcciones de tierras, si no corrompidas al menos inoperantes en los precedentes, la maraña abrió más lazos sospechados por confabulaciones posteriores al triple asesinato: doble crimen mediático, para la prensa que desestima al fusilado anónimo empleado de Roseo...
  
Resulta que apenas consumado el hecho, Nélida Cuéllar partió a la ciudad de Sáenz Peña -distante a menos de 100 kms. de Castelli- con el objeto de ocultarse del asedio de la prensa. Allí fue asesorada por el abogado Carlos del Corro para iniciar el juicio de filiación ante el Juzgado del Menor y la Familia, trabando el intento de inhumación del padre de sus hijos y consiguiendo la orden correspondiente para realizar las pruebas genéticas que determinarían el grado de consanguinidad de las muestras extraídas del cuerpo de Manuel Roseo cotejadas con el ADN de Lucía y Emanuel Cuéllar.
   
Efectivamente, los análisis practicados en la Fundación Favaloro y las correspondientes contrapruebas del Hospital Durand de la CABA, determinaron la compatibilidad genética del 99,98 y 99,99% respectivamente. Carlos del Corro tramitó los DNI con el apellido Roseo Cuéllar para los adolescentes, pudiendo retirarlos inmediatamente con dictamen favorable de la Jueza de Menores de Sáenz Peña, Rosana Glibota.

A todo esto, los juicios sucesorios se iniciaron en el Juzgado Civil de Juan José Castelli a cargo de Emilio Omar Haiquel, y en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial Nº 2 de Presidencia Roque Sáenz Peña, jurisdicción de Juan Zaloff Dakoff.
Este curtido magistrado, hace décadas que se halla cuestionado por incontables situaciones al menos dolosas que el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia persiste en ignorar. Por ejemplo, triangulando con Rosario, la entrega en adopción de una beba al torero español Ángel Peralta Pineda y su esposa Encarnación Rizzo, lo que le valió un Jury de Enjuiciamiento del que resultó sobreseído por el Consejo de la Magistratura. También cuenta con miles de oficios con “diezmo por sellado” durante el Corralito, para extraer depósitos de bancos de todo el país aportando gran parte de los $ 200 millones liberados por la Justicia provincial en tiempo récord; tan récord como las 36 adopciones irregulares dispuestas sólo en 1994. Y, entre otras cuestiones de no menor calibre, ostenta la siniestra liquidación de la pionera empresa CoSeCha (Cooperativa de Seguros del Chaco).
   
Como frutilla del postre, Zaloff acaba de sumar otra actuación turbia a su espeso currículum: fijó en $ 25.919.505 los honorarios del martillero que tasó las tierras en juicio sucesorio, según rumores judiciales, en tres días y desde una avioneta.
El martillero es el radical funcional Eduardo Martínez, el mismo que había intervenido sin concurso en la liquidación de CoSeCha, pero -aludiendo a herencias- el enquistado STJCh de la mayoría automática ruizpalacista-rozista sigue haciendo la vista gorda en los inmanentes negociados de la añosa telaraña provincial.
   
A pesar de los públicos antecedentes de Zaloff Dakoff, el representante legal de los Roseo Cuéllar manifestó su desacuerdo con el pedido de unificación de procesamientos en el Juzgado de Juan José Castelli por parte de la Fiscal Juana Rosalía Nis, sospechando la posterior declaración de nulidad…
Y si de garantías se trata, ni Nis ni Zaloff son Jueces de Garantías para los acusadores… Al promediar el procesamiento de Raúl Mennochio en Castelli, sus abogados defensores -los saenzpeñenses Luis Mereles y Matías Jachesky- lograron que la Cámara de Apelaciones -Tribunal de Alzada constituido por los jueces Mercedes Riera, Héctor Geijo y Gustavo Serrano- declare la nulidad parcial de algunas actuaciones labradas, lo que no implicó la puesta en libertad sino la conminación a que la Fiscal Rosalía Nis amplíe los fundamentos de sus decisiones, si bien el fallo confirmó el auto de prisión preventiva y la causa siguió su curso torrencial.

En junio, Sergio Kleisinger -escribano del muerto Roseo- manifestó que hasta el momento no se pudieron conectar lazos entre los intentos de estafa generados en Corrientes para las tierras formoseñas con los gestados en Santa Fe para “La Fidelidad” chaqueña, aunque fueron simultáneos y no pueden descartarse vinculaciones que irían más allá que los tres detenidos.
El mes pasado, por su parte, Carlos del Corro -abogado de la viuda- consideró que la intención del gobierno provincial de declarar reserva natural al territorio de 259 mil hectáreas es “un objetivo mucho más alto que el interés de los herederos particulares”, quienes deberían ser indemnizados porque iría contra sus aspiraciones de asumir el dominio, la explotación y el manejo de ese patrimonio. El abogado también objetó la inhibición judicial y las dilaciones de la Dirección de Bosques para autorizar a su cliente los permisos de explotación en 500 hectáreas y/o vender otras tantas, aduciendo que los costos del juicio asfixian financieramente a la familia de la viuda Nélida Cuéllar y conspiran contra la subsistencia de los empleados del aserradero.
  
  
Parentela demandante
  
No obstante el desenlace favorable para los hijos no legitimados pero solventados por Manuel Roseo y las complicaciones en el procesamiento de los acusados del asesinato, la sucesión también se trabó. Es sabido que ante estas situaciones, los familiares brotan de las piedras y que nunca jamás fue tan bueno y amado el finadito como después de crepar.

Por un lado, Esther Franchini aseguró haberse casado con el estanciero en Santa Fe allá por 1963, pero lo que sí resultó seguro es que no tuvieron hijos y, para colmo, la mujer luego contrajo matrimonio civil con un hombre apellidado Oliva con el que tienen una hija común, Julieta Oliva. Por tal motivo, Franchini perdió la vocación hereditaria en falta con lo establecido por el Código Civil.

Otro frente de demandas llegó desde Italia. Los sobrinos de Manuel, hijos de su fallecida hermana Ana Roseo, delegaron a un abogado uruguayo para gestionar la sucesión que no prosperó porque los Di Priamo omitieron plantear la posibilidad, luego fehacientemente comprobada, de la existencia de hijos con grado hereditario preferente aún sobre la propia madre. Vale decirse que sobran vecinos de Castelli que atestiguan la atípica convivencia cotidiana “cama afuera” de Manuel con Nélida y sus hijos.
  
  
Del albur al milagro
  
Estamos refiriendo a 259.000 hectáreas de bosque continuo y virgen, equivalentes a más de 12 veces la superficie de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Se dimensiona que se tratan de las últimas tierras que preservaron intactos al hábitat y la biodiversidad del Gran Chaco Americano? Por la casi azarosa postura de vida nada ambiciosa del millonario Roseo, esa tupida selva hoy conserva todas las especies de fauna y flora típicas del Chaco Seco.

Realmente configura un milagro que “La Fidelidad” haya sobrevivido a la devastadora “Conquista del Impenetrable” encarada por el coronel Antonio Facundo Serrano -Interventor Federal desde el ’76 al ’81-, continuada por el coronel José Alberto David Ruiz Palacios -su sucesor hasta diciembre del ’83- y prácticamente finiquitada -entre 1995 y 2003- durante la salvaje depredación forestal de las gobernaciones del abogado radical Ángel Rozas.
  

3 comentarios:

Luis Quijote dijo...

Sumamente truculento pero interesante.
Quien no haya vivido en el interior, quizá no comprenda cabalmente que no es la primera vez que ocurre.
Estando en Jujuy -hace añares- me enteré de un caso similar.
Un matrimonio había vendido ciertos bienes. Él, hombre mayor y de reconocido habilidad con el cuchillo, apareció muerto a metros del rancho con un facón clavado en la espalda.
Hicieron correr la noticia que a la mujer la habían enterrado boca abajo, para que el asesino no pudiera irse de la zona.
Un ex empleado tenía pasaje, pero el micro no partió por problemas mecánicos.
En su segundo intento, la volanta que debía trasladarlo, rompió una rueda y debió regresar al rancho.
Cuando fue al cementerio para "dar vuelta a la vieja", los policías escondidos entre las tumbas lo apresaron.

Desconozco si la información era cierta o no, pero la psicósis dió su fruto. Además...
"La brujas no existen pero que las hay, las hay"

Mabaires dijo...

Habrá que probar lo de la sepultura del pobre tano.. Supongo que en su provincia los radicales no se quejan de la "inseguridad jurídica" ya que veo que hacen excelentes negocios! Esperemos que no esquilmen a los hijos y que todo se resuelva lo más razonablemente posible, pero sobre todo que el o los asesinos tengan lo que merecen. Saludos!! Mabaires

Anónimo dijo...

Sucesion Roseo Carlos DEL Corro
28 de abril
EL GOBIERNO DEL CHACO RECURRE A ARTIMAÑAS PARA NO PAGAR LO QUE VALE LA FIDELIDAD: Están simulando un proceso de valuación, por una junta corrupta que se presta a los aprietes políticos para dictaminar un precio ridículo de 64.092.000 por 128.903,70 hectáreas de la fidelidad. De estudios realizados en el año 2008, PARA DETERMINAR VALORES DE PREDIOS RURALES, por el Ingeniero Agronomo TEODORO FERNANDEZ PELLO y por el Agrimensor Nacional ROBERTO ERASMO ALDERETE, como autores intelectuales de la DETERMINACIÓN DE VALORES DE PREDIOS RURALES LIBRE DE MEJORAS, registrado en el Registro Nacional de La Propiedad Intelectual bajo expte. N° 449.964, para la “ETAPA 1”, CODIGO 09 – AREA 8 – CIRCUNSCRIPCION VIII”, la Fidelidad tiene un valor de U$S 920,60 la hectárea, y estos dos funcionarios son TITULARES DE LA JUNTA DE VALUACIÓN DEL CHACO.-
No se explica cómo estos dos miembros de la JUNTA DE VALUACIONES DEL CHACO, opinan en esos estudios del año 2008, que la hectárea en la Fidelidad Vale U$S 920.60, y luego cuando integran la JUNTA DE VALUACIÓN de LA FIDELIDAD el día 08-06-12, dicen que vale $ 497,20 la hectarea.-
Es evidente que en alguno de los dos casos mienten, y estoy seguro que mienten cuando dicen que vale en el año 2012 $ 497,20 la hectarea, que es el precio que quieren pagar por hectarea en LA FIDELIDAD.-
Todo lo que digo ES VERDAD y ha sido denunciado ya ante la FISCALIA DE ESTADO DEL CHACO, a fin de que declaren la NULIDAD de la valuación del acta N° 1.069 de fecha 8-6-12.

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