Camau y el río: ¿El Boleto Gratuito Estudiantil cruza el charco?


Carlos Mauricio "Camau"  Espínola  fue medallista olímpico de plata -en yachting Clase Mistral- en Atlanta 1996 y
Sidney 2000, y de bronce -en windsurf Clase Tornado- en Atenas 2004 y Pekín 2008. Ganó otra medalla en Corrientes
2009 al ser consagrado intendente. Y este año va por la de oro (con Fabián Ríos): La gobernación de la provincia.


No es necesario disponer de las capacidades paranormales y mentalistas de Lilota Carrió para vaticinar que sólo un extraño fenómeno
democrático produciría que la castigada provincia continuase en manos del romeroferismo radical o que retornara al cobismo residual.


El windsurfista correntino ha manifestado ser amigo de otro acuático deportista retirado de competencia y también dedicado a la política:
el motonauta Daniel Scioli. Sin embargo -salvando las diferencias entre gobernar una ciudad y una provincia con 45 veces más habitantes
y 615 veces más superficie-, el signo y modo de conducir sus distritos resulta ostensiblemente distinto. Por ejemplo, anteayer -miércoles-
se difundió una grata noticia de inclusión para los estudiantes y las estudiantas de todos los niveles educativos en la capital correntina:





Si la Argentina entra en guerra, ¡Corrientes le va a ayudar!... Y el Chaco va a redoblar la lucha:

Casi de inmediato, el Frente Grande Chaco se manifestó en los medios de comunicación locales mediante el Diputado
Provincial Fabricio Bolatti, recordando el Proyecto de Ley 2181 ya presentado en 2011. Y otro oficialista, Eduardo Aguilar
-presidente de la Legislatura chaqueña-, ayer estableció un interesante debate en las redes sociales: Twitter y Facebook.

(Como es habitual, este blog dirige a sitios externos clicando los caracteres en azul. De todos modos, se facilitan fragmentos con captura de pantalla)

En Twitter, complació ver a un coquista puro y duro compartiendo pareceres con un exdiputado del Frente Grande:


* En Facebook, se produjeron apoyos y aportes constructivos, al tiempo que objeciones y reacciones, algunas insólitas:


¡Oh!, consenso, ¡intrincado consenso!... Nos extraviamos en los ecos y lo perdemos en el sueño...


El Quid de la cuestión, ahora, pasa por considerar el trascendental impacto social inclusivo -evaluando la
factibilidad financiera- para analizar los pertinentes sectores poblacionales a beneficiar y los mecanismos
de implementación convenientes. Es decir, a sacar el Proyecto de Ley del cajón y optimarlo. Así sea.



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