Complejo piquete del gremio de
Camioneros paralizando las diversas actividades que aún domina Hugo Moyano. Si
bien el actual Secretario General de la CGT (mandato casi cumplido) -con su
hijo Pablo interlocutor heredero de la corporación- todavía influye en
importantes gremios del transporte, hace tiempo que viene perdiendo apoyo (como
el de la UTA hace años por su angurria en el funcionariato a partir de Jaime, o el del Sindicato de Peones de Taxis hace meses por cuestiones de poder y divergencia en los
enfoques sobre la realidad nacional, entre otros).
¿Cómo llegamos hasta acá? No resulta
menester bosquejar una interminable reseña de casi un siglo de sindicalismo y
modelos de gestión, aunque bien podemos marcar los últimos hitos del piquete.
La protesta arrancó cortando la
distribución de combustibles en diversas refinerías, con el complemento cuasi
cómplice del inminente desabastecimiento que fogonearon los alarmistas medios
hegemónicos de comunicación conocedores y manipuladores de la reactiva conducta
libanizada de tanque lleno y acumulación de garrafas de sus consumidores.
Por otra parte, bloquear el trabajo de
los propios choferes que no adhirieron a la medida, desnudó la debilidad trocada
en fortaleza de marketing. Una determinación de minorías con
procedimientos violentos para imponer efecto a sus demandas que
trascienden hasta lo meramente sectorial.
Basta ver la escala salarial del
gremio de camioneros en relación a otras tareas y jornadas laborales para
advertir que las remuneraciones no son nada bajas en relación a otras
actividades. Ni qué decir acerca del modelo: o que los choferes matriculados en
el país hayan crecido de 50 mil en 2003 a más de 200 mil en la actualidad, ¿no
describe mínimamente que se trata de un oficio bien considerado como chance
laboral por los argentinos y que la producción de bienes y servicios a
transportar aumentó proporcionalmente en estos 9 años?
La sordamente anunciada
protesta, además de estanca y corporativa, se dice que
representa un convulsivo cólico de
aquellos que no pueden cagar de tan llenos.
(Un manguito neto por kilómetro recorrido – 12
lucrecias mensuales por un viaje semanal entre mi pueblo y la CABA)
Desde la óptica peronista del
movimiento obrero como embrión y vieja vértebra, resulta políticamente
incorrecto resistir demandas que, en cierta medida, favorecerían el
achicamiento de brechas socioeconómicas entre las fuerzas del trabajo, aunque
justamente se pretende reducirlas desde los sectores relativamente más
beneficiados. ¿No sería mejor proponer o sólo se trata de poner palos en la
rueda? ¿Los diputados moyanistas no deberían ser consecuentes con sus demandas presentando
alternativas para reducir el IVA y mejorar los mecanismos de recaudación acordes
a patrimonios y lucros?
Precisamente por ello la cuestión es
compleja. Porque si hay dirigentes gremiales y élites obreras que no pueden
cagar de tan llenos, no es menos cierto que sobran patronales y holdings que ya
vomitan por empacho. Es decir, hay algunas razones que le dieron motivos al
piquete y son insoslayables ya que, en definitiva, esa postura reivindicatoria
constituye el leit motiv del sindicalismo. Pero, a la vez, existen sobrados
motivos que le ofrecen razones perfectamente atendibles al gobierno nacional
para anteponer la protección del crecimiento y la redistribución solidaria del
ingreso, que también constituyen un eje fundamental de la gestión, encima, abrumadoramente
relegitimada por 11 de cada 20 ciudadanos.
Entre las razones de los motivos se
pueden enumerar la suba del Mínimo no Imponible a las Ganancias y la segmentación
de contribuciones regresivas, revisión de topes para percibir asignaciones
familiares, disminución de subsidios a grandes empresas y entidades financieras,
promoción del trabajo legal en blanco mediante aplicación de controles y premios,
entre otras razones.
Y, entre los motivos de las razones, que
se trata de la carga con mayor capacidad contributiva y permite mantener
valores de coparticipación y sostener la cadena de consumo, la creación de cinco
millones de nuevos y mejores puestos laborales mientras el mundo está en crisis,
el restablecimiento de las Paritarias y haber pasado de 200 a 1.500 Convenios
Colectivos de Trabajo en ocho años, los incontables programas de equidad, la
impulsión keynesiana de la obra pública y demás motivos.
La cuestión es percibir cuánto hay de
verdad a cada lado y cuánto de fantasía. Qué grado de coherencia tienen las
medidas de lucha gremial y cuánta consistencia expone la gestión nacional en cada
aspecto de toda su integralidad. Cuáles intereses atraviesan a unas y a otra.
Quiénes son los reales destinatarios de los presuntos beneficios buscados con
el Piquete moyanista y desde el remozado rumbo cristinista.
No es cómodo objetar al gremialismo
cuando encara acciones inherentes a su espíritu y hasta se corre el riesgo de
ser tildado como gorila, progresimio, oligarca y quién sabe cuántas peyorativas
y descalificadoras adjetivaciones más, tan trilladas desde las fraccionadas
filas camioneras, canillitas y judiciales. Pero… acá estamos refiriendo a otra
cosa: ya no se trata de genuinas luchas gremiales ni siquiera con vistas a la
próxima renovación del Consejo Directivo de la Confederación General del Trabajo.
Tampoco es grato apoyarlo cuando sale -ya
con las canilleras hechas hilachas- con los tapones de punta a desestabilizar
funcionalmente a los intereses más retrógrados del espectro nacional y continental,
con la amenaza concreta de ser estigmatizado como duhaldista pejotista,
noventista nostálgico, yankee imperialista y mil descabellados calificativos
más. Pero… acá estamos refiriendo a otro tema: ya se trata de la sintonía fina
sobre las prioridades y las sociedades para construir y mantener poder.
Y convengamos que los nuevos gajos de
las mil flores y las viejas ramas de las mil espinas, a la hora de adjetivar no
suelen contar ni hasta 2. La presta rotulación descalificadora a todo lo que
les genere replantearse conceptos o los induzca a observar vicios, sean de la
magnitud que fueran y tiendan a superar lo que sea, ya es -más que costumbre-
una práctica metodológica que cierra puertas y destruye acuerdos. Si conoceré
de fanáticos apropiadores de votos ajenos que no ganan ni asambleas de la
Cooperadora Escolar…
Ni imaginen que voy a rasgarme las
vestiduras como veo últimamente hacer a demasiados exponentes del #KirchnerismoPuro no peronista (y peronista también,
¡qué tanto!), descalificando la intencionalidad política de Moyano que ha de
tenerla y es adecuado que pueda expresarla del modo que le plazca y analice
conveniente. Aspiraciones que puede tener cualquiera, desde Scioli a Sabbatella,
Macri a Altamira, Pinedo a Pitrola, Morales a Sala, Sanz a Solanas y quienes
fueran… Bueno, casi cualquiera.
No, amigas y amigos, este nunca mejor
dicho “bonus truck” (significando camionada de yapa), trasciende lo sindical y,
a todas vistas, se trata de un intento desestabilizador orquestado con lo peor
de nuestra dirigencia. O acaso, ¿pueden desconocerse las intervenciones de
cierta prensa que ahora abre plotters, cámaras y micrófonos a discreción a sus otrora
acérrimos enemigos?, ¿los conciliábulos con la derecha antilatinoamericana más
recalcitrante del establishment?, ¿los encuentros con los referentes agropatronales
que quedaron cortos en sus intentos golpistas hace cuatro años?, ¿los apoyos de
corporaciones gremiales no tan determinantes pero persistentemente ultra
opositoras al gobierno?, ¿las entrevistas con las esperanzas blancas no
kirchneristas?, ¿los cantos de sirenas de ambulancia para romper al Frente para
la Victoria y recoger los heridos del célebre pejotismo versátil?...
Ahora, que el moyanismo quedó cercado en su propia celada no hay dudas, como tampoco que la situación era
inevitable y por ello no se abordó antes buscando consensos -más indeseados que
inviables- y se enviaron señales con la UIA y La Cámpora para desplazar al sector cegetista
en alianza recíprocamente provechosa siempre pegada con moco, dejando que
las cosas decantaran por propia gravedad y ajeno arrebato forzoso para que
quedaran tangibles las razones de los motivos del piquete con Paro
Nacional. Paro postergado pero no levantado, al fin y al cabo.
(Datos estimados sin rigurosidad estadística.
Menos precisos ante sistema con voto secreto de delegados)
En síntesis, las fotos otoñales dejaron
de garpe a más de uno y sacaron de cuadro a otros, si bien le dio la excusa al
talibanismo camionero para pretender acusar al gobierno de haber partido la CGT,
cuando las fisuras comenzaron adentro y, mientras algunos pasaban espátulas con
enduido para emparchar cosmetológicamente, otros prendían las pistolas neumáticas para terminar de
demoler. La constante tensión en la lucha por el poder, que le dicen, en la que
hay que tener dureza pero también elasticidad para salir enteros.
Las alianzas logradas por las huestes de Moyano
trasuntan potencia de bajo impacto gremial por obediencia debida y, por ello, se
vieron obligados a piquetear a transportistas no adheridos. A la vez,
desnudaron la debilidad para la construcción de poder electoral a partir de innúmeros
cuadros representantes del peor sindicalismo, si bien es cierto que en los
otros dos sectores no hay carmelitas descalzas.
Al punto que siendo PJ/K, al levantar la
mirada quedo desconcertado y en permanente contradicción producto del análisis
que, a veces, parece más una profesión de fe que una lectura de sucesos, fundamentos
y proyecciones. Es ahí cuando me veo conminado a recurrir a la doctrina en
busca de soportes que tampoco surgen aprobando las movidas oficiales post-PASO en
todos los ámbitos por arte de magia y empiezo a desconfiar de delfines y
muñecas de conducción, sobre todo, al considerar que esas decisiones dieron probabilidad
a los diagnósticos opositores acerca de la reducción de la Caja y un futuro
inmediato incierto. O, acaso, ¿no se
nota mayor imprevisibilidad con maniobras ejecutivas que emergen en ráfagas muchas
veces discontinuas e inconexas?
No sé si este es el espacio adecuado
para compartir mis incertezas y cavilaciones, aunque sí espero que sea un lugar
que permita replantearnos el modo de pertenecer y apoyar a la gestión de CFK en
general y de cada referente distrital en particular. Es conocido mi fuerte compromiso
con el modelo vigente desde 2003, pero asimismo, últimamente noto ciertos
cambios para nada soslayables que, estimo, trascienden defectos en la comunicación
de las acciones de gobierno y confusiones en los enfoques subjetivos para
apreciar la realidad que nos circunda.
Y como la doctrina resulta
insuficiente, nada más apropiado para moverse de baldosa y ampliar perspectivas
que correrse hasta ver en detalle quiénes están del otro lado y cuáles
intereses representaron, protegieron y estimularon persistentemente.
A propósito, así como el 2008 marcó
una impronta que terminó fortaleciendo al kirchnerismo para rearmarse tras la
derrota del año siguiente, fogoneando cambios trascendentes en el modelo desde
la práctica cotidiana empírica hasta en las legislaciones de signos profundos y
duraderos, ahora se observa antagonismo interno y preocupa, no por
temor a las divergencias sino por las eventuales consecuencias que podría tener
sobre el Frente para la Victoria desde lo electoral como desde lo propiamente ejecutivo.
Además, no faltan los dogmáticos sin doctrina que yerran el eje criticando con
idénticos argumentos a los que sí fueron “piquetes de la abundancia”.
Entonces,
para mirar esta nueva suerte de Grupo “A” en ciernes,
moviendo el foco procurando no pasarnos de vueltas ni reventar la caja (?),
continúa en: “Otro piquete con Quinta y Sobremarcha”
moviendo el foco procurando no pasarnos de vueltas ni reventar la caja (?),
continúa en: “Otro piquete con Quinta y Sobremarcha”
7 comentarios:
Decir que uno obrero o un camionero se queja de lleno me parece horrible, porque los que están bien llenas son las empresas, y yo todavia no escuché decir a Cristina que las empresas que suben y suben los precios son extorsionadoras con el gobierno y con el bolsillo de la gente. Tampoco le oí pedir solidaridad. Me parece un discurso de cuarta, tanto el de Cristina como el de los compañeros que no se en qué rollo están metidos del cual no pueden salir.
Estimo que no lo decís por mí, Anónimo. Un discurso y un método me parecen de cuarta, aunque reconozco que quemé manuales. Confunde verse casi entre la espada y la pared.
De todos modos, mañana trataré de mirar mejor, ya que si de algo estoy seguro es que -aún a favor de ciertas demandas- de ninguna manera apoyaría a lo que hay del lado de Moyano. Es complejo.
Lamento que ANONIMO tenga la mala suerte de no escuchar los reiterados pedidos de Cristina a los empresarios acerca de la formación de precios , de sus rotundas ganancias y todo lo demás. Y aunque podría explayarme sobre los dichos del sr ANÖNIMO, no quiero abusar de su hospitalidad.
Como siempre , ud y yo coincidimos bastante y es cierto que no tiene nada de agradable estar viendo una pelea de poderes, en la que no somos arte ni parte. "Vamos por ellos" dijo el príncipe Pablo. Pero no aclaró por quiénes. Y hoy organizan un acto junto a la Sociedad Rural, Cecilia Pando , y Pitrola.
Asusta tamaña panquequeada existencial , rayana con la ignominia.
Creo que el gran ganador es el eje Barrionuevo-Duhalde que metiéndole al caballo de Troya Venegas, se sacó de encima a Moyano padre, a apenas 15 días de una elección de la CGT.
Es cierto, vienen por nosotros. Pero son los otros los que están viniendo.
Abrazo caballero!
Así es, Mabaires. Menos mal que ya intitulé los posteos del finde...
Esta es su frase compañero. No es fea, es horrible:
"La sordamente anunciada protesta, además de estanca y corporativa, se dice que
representa un convulsivo cólico de aquellos que no pueden cagar de tan llenos."
No solo escribe usted compañero esta frase, sino también muestra los salarios de "élite" de los compañeros camioneros, es decir los llenos.
De los progres no me extraña nada: no pueden soportar que un médico, un investigador del conicet, un profesional, gane menos que un camionero o un obrero especializado. Se entiende, son gorilones, cuestiones de clase, "como un negro puede ganar mas que yo, que soy blanco y me leí 5 libros," etc. Usted sabe. A los que realmente no entiendo es a los compañeros, que últimamente vienen comprando y adoptando el discurso progre y gorila como si fuera propio
En 2015, de estos progres no queda ninguno. Quedaremos usted y yo en en el peronismo. No adopte discursos que no creo sean los suyos.
Peguelé todo lo que quiera a Moyano, si quiere metalé a todo el sindicalismo; pero a los compañeros, camioneros "llenos" o a los "vagos" maestros, yo los dejaría afuera.
Que el Sr.Mabaires no lo confunda: yo hablo de los compañeros, él habla de los sindicatos a los que, por lo que intuyo, detesta.
Le mando un saludo.
En MI frase dice: “se dice que…” y, mi amigo, al recibo lo pongo como parangón del salario de alguien con 2 años de antigüedad que recorre 12000 kms mensuales, lo que para nada implica una postura anticamionera como tampoco haber expresado mi impresión de la desafortunada frase “de los maestros que trabajan 4 horas diarias” representó una actitud antidocentes. Simplemente intento mirar desde otro lugar.
De hecho, soy docente y valoro los avances salariales y pedagógicos al menos en mi ámbito. Estoy en la CTA no en UPCP ni CGT… Aunque no me agrada referenciarme, tengo un hermano transportista no propietario que triplica mis ingresos y sé que a veces –no siempre- lo que uno hace, se opta, por lo que no descalifico la elección de nadie si encima está al alcance de casi todos. Está en la UTA, no en el SChC…
Entiendo que Usted al menos sepa de dónde vengo y pueda pensar que estoy confundido y tiene razón. Aclaré que se me están quemando los libros desde una posición y la otra. Pero quédese tranquilo, que en 2015 probablemente seguiremos del mismo lado. Con tensiones y divergencias como corresponde, pero adentro y tratando de mejorar las condiciones para las mayorías.
Saludos. Le agradezco los comentarios en coincidencia y disidencia. En definitiva es lo que intenté formular en el posteo y los que vendrán buscando eso. Moverme de baldosa y ampliar la perspectiva. De todos modos, insisto, es demasiado compleja la situación y, aun creyendo comprender los motivos, me cuesta demasiado acordar con la metodología moyanista. No son tiempos apropiados para cargar contra la gente, sobre todo viendo lo que sucede a apenas 100 kms de mi Provincia.
Me llevo para agregar a mi post sobre el tema tu info d la composición de los delegados de la CGT. Con obvia cita a tu blog, por supuesto.
Abrazo.
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