Imagen de un buen tipo de Radio: Los tweets del día




La imprudencia y el exceso de confianza en las fuentes que ni siquiera exhiben, como suele suceder a
gran parte de los vernáculos contadores de noticias, provocó que el “bull dog nutrido a Dogui” Ricardo
López Murphy no fuese el único. Ni siquiera, el primero en matar virtual y mediáticamente a J. A. Badía.
  
Una joven periodista del Diario “Muy”, del Grupo “Clarín”, aparenta haber sido quien lanzó la anticipada
primicia aunque tomó la elogiable decisión de no borrar el desafortunado tweet informando la muerte del
creativo conductor a las 4,25 de la tarde, contrariamente a la actitud de López Murphy con el de las 4,40.
Manuela Fernández Mendizábal prefirió dejarlo en la red, reconociendo el error y, a la vez, segura de que
le serviría para aprender de la profesión. Así, tuvo la deferencia de pedir disculpas a familiares y lectores:
  



Si bien la primera parte de la nota -a esta altura- puede parecer inapropiada, vale decir
que -entonces- realmente pensé que se trataba de otra falsa alarma de la prensa amarilla
y efectista como fue. Si se recorrieran comentarios en las redes virtuales, se percibiría gran
cantidad de acotaciones de pésimo gusto y nula solidaridad con afectos y colegas de Badía
que, como cualquiera, pueden tener cuentas y participar en “Twitter”, “Facebook” y demás.


Y no pasa por rasgarme las vestiduras ni cené moralina. Simplemente, creo que el humor
negro es agradable en ámbitos en los cuales todos y todas comparten las reglas del juego.
En las otras situaciones suelo plantearme qué intentan decir los chistes, ¿qué demandan?
¿Quieren denotar rebeldía o connotar díscola incorrección conducente apenas en ocasiones
al propio placer mirándose el ombligo? ¿Tironear en el límite de lo grato y lo desagradable
por necesidad de chequear incondicionalidades producto de su inseguridad idiosincrásica?
 No lo sé. Pocas veces logro conjeturar con cierto grado de certeza. No importa demasiado.


Al decir noticias y argucias, prensa amarilla y limasesos, pésimo gusto y nula solidaridad,
viene de manual recurrir al deplorable Darío Gallo, al Diario “Clarín”, a “Todo Noticias”...
De todos modos, lo confieso: yo no creo en brujas ni en mufas, pero que los hay, los hay.



A las 11,58 la rata de Darío Gallo, el frustrado director del decadente Diario “Libre”
-ya no dedicado a farándula y aprietes sino a deportes y aprietes- hacía catarsis para
su baqueteada conciencia pretendiendo ironizar sobre la muerte de Juan Alberto Badía.



A las 12,09 el tergiversador Diario “Clarín” desmentía la falsa información que había
lanzado horas antes desde los sitios digitales y radiotelevisivos de todos sus medios.
  


A las 12,10 la selecta cofradía de la información multimedial hegemónica, “Todo Noticias”, ya no
sólo se aventuraba a rectificar sus plagiadas noticias, sino titulaba sobre una supuesta reanimación.




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Y a las 12,10 hs. se fue el cabezón... Seguramente, para sorprendernos
con un especial de trasnoche de “Imagen de Radio” con la Chediek, Fuxan,
María Ester Sánchez y, claro, con otro grande: Adolfo Castelo. Jodido cáncer.




No usurparemos réquiems ni haremos la Gran Sandrini. Menos, la Pequeña Iúdica.
Sólo compartiremos a un Juan de entrecasa, franco, abierto, buen tipo y recitando:


Por favor, switcher master, vamos a la tanda.



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