Julio Bazán y "la gente dice"

   
-... Dígame científicamente, ¿cuál es la razón por la que Ud. dice que estamos contaminando?
- Nosotros hablamos con todos... La gente dice que hay contaminación.
-...
- ¡No!, ¡Usted lo dice! 
- La gente dice...
   
   
El mismo recurso burdo y arrogante de erigirse en la voz de "la gente" pero falseando mensajes, tal como la delirante que cayó por propio peso o la diva de los frugales almuerzos ahora sabática. 
En 2009 (Temporada del "Fin del Modelo" destituyente declamado en ráfagas a discreción en múltiples frentes y del "Postkirchnerismo" en ciernes que llevó a profundizar acciones y así intensificarlo en apoyo ciudadano y prolongarlo en el tiempo), Carrió transitaba a diario los estudios de TN, Canal 13 y sus satélites, pregonando: - La gente en la calle dice: "Que se vayan... Los quiero matar... A ver si los derrumban...", entre otras incontables máximas enajenadas y enajenantes con pretensión de socavar pero que, sin embargo, terminaron llevándola al ocaso político. 
Asimismo, Mirtha Legrand -cada vez que pretende cuestionar- recurre al reiterado artilugio de anteponer que "a la gente le interesa" y -si precisa falsear o fundamentar sus descabelladas conclusiones- apela al viejo y nunca bien ponderado "la gente en la calle me dice". 
De todos modos, no deja de representar cierto pudor que digan "la gente" y no "el pueblo". En definitiva, Chiquita, Susana y demás limadoras de sesos no son imbéciles ni inadvertidas. Sólo simulan un poco de ingenuidad procurando dar la imagen de impolutas apolíticas mientras operan siguiendo los intereses impopulares que representan desde el lugar supuesto del glamour o la frivolidad. Es que si dijesen "el pueblo", casi nadie les creería el resto del mensaje, en tanto, con esta habitual estrategia, hasta dejan la posibilidad de que el incauto público consumidor pueda permitirse justificarlas suponiendo que "la gente" es "su gente", tan recoleta y gorila como ellas. 
A esta altura de vida democrática y en la era de la información y las comunicaciones, suponer que Martínez (Legrand) o Giménez son espontáneas e ingenuas resulta ignorante o imbécil, tan imbécil como creerle a José Pablo Feinmann o a Martín Caparrós aduciendo que "Perfil" o "La Nación" los estafaron cambiando las reglas de sus entrevistas y descontextualizándolas. No jodamos... gente grande.
   
Al finalizar el vídeo que salió oportunamente al aire en vivo, el protagonismo del Primer Actor -el Policía (RE) Julio Bazán- trasluce otras cuestiones: Al elegir voceros y pactar que la nota no saliera en directo, llegaron a un acuerdo con el grupo de vecinos que impidió el paso del móvil de TN. El curtido operador mediático de la corneta con voz de pito desistió de la invitación a cenar y, llamativamente, pidió que se apagaran las cámaras para ver si "podemos conversar". Y las cámaras se apagaron. ¿Vos dudás por qué motivo Bazán amenazó con retirarse si el medio local continuaba grabando? Yo no.
El proveedor y empresario turístico de la nota acusó al "hipoiodista" (deuceísmo con prefijo diminutivo "hipo" en lugar del superlativo "per") de haberse reunido previamente con representantes del consorcio minero, intentando "pactar" pautas publicitarias en sus programas y en las publicaciones del Grupo "Clarín". Y, así se tratara de una "baroniana cuestión de fe", confieso que a Julio Bazán no le creo nada. Lo conozco, he podido apreciar su falta de escrúpulos y sus corruptos códigos de procedimientos.
Básicamente, dispongo de los antecedentes del siniestro deformador con los que puede contar cualquiera, ya sea ahora en Catamarca, cuando en Rosario sobornó habitantes de una Villa de Emergencia para filmarlos mientras asaban gatos, en oportunidad de la patética puesta en escena del avance de vecinos enardecidos en el Parque Indoamericano de la CABA y tantas otras veces en las que resultó evidente y fehacientemente demostrado que se trataron de manipulaciones mediáticas con objetivos de sembrar pánico y promover violencia deformando opinión para desestabilizar gobiernos.
   
Además de estas tangibles operaciones encabezadas por Julio Bazán, acá también tuvo su mancha el tigre y amerita recordarla:
1º) En la Provincia del Chaco no hubo ninguna víctima fatal por dengue, en tanto, a fines del 2008, TN describía del modo fraudulento más atroz y escenificado a la situación como si fuera una funeraria, donde los gobiernos provincial y municipales no se hacían cargo del problema y la gente padecía la endemia sin asistencia sanitaria.
2º) Los intendentes de las localidades que alarmaban dando letra a la prenSA no tan noble pertenecían, "casualmente", a la recientemente perdidosa "Alianza Frente de Todos" (Corzuela, Charata, Las Breñas, Pcia. Roque Sáenz Peña, Resistencia,...) ávidos de revanchas que -fieles al destituyente espíritu radical- no ahorraron esfuerzos en dar datos falsos respecto a la cantidad de infectados e internados por la enfermedad transmitida por el Aedes Aegypti.
3º) Tal como en las manifestaciones filmadas que se detallaron precedentemente, en esta oportunidad el conductor estrella del Canal 13 y TN también buscó promover agitaciones populares, alquilando espuriamente Mano de Obra barata que "espontánea y casualmente" tenía decenas de litros de combustible como para hacer arder una chacarita (depósito de autos viejos para desguace), "denunciando" que acumulaban agua que servía de nido para los huevos del mosquito vector. Nada se dijo de las fumigaciones y el descacharrado llevado a cabo tiempo atrás.
4º) Además de la "casualidad" de la presencia de las cámaras en el lugar y en el momento específico de los acontecimientos, luego se recabaron testimonios de varios vecinos que reconocieron haber sido "mercenarizados", los cuales se adjuntaron a informes y comunicados de diversas instituciones y a declaraciones escritas por millares de ciudadanos saenzpeñenses, quienes -agraviados ante la absurda falacia orquestada desde esas señales televisivas- solicitaron a las autoridades comunales que tomaran cartas en el asunto.
5º) Así resultó que, pocos días después de que Bazán debiera retirarse del Bº Tiro Federal custodiado por la Policía Provincial antes de ser linchado por numerosos vecinos indignados por el destrato y la tergiversación, el Concejo Municipal de Presidencia Roque Sáenz Peña -con intendente y absoluta mayoría legislativa (7 a 2) de la "Alianza Frente de Todos"- lo declaró "Persona no Grata" en la ciudad, postura imitada por otras dos localidades chaqueñas.
6º) Antes de transar la reacción comunitaria y efectuar el montaje de sus informes, el siniestro comunicador hubo llamado telefónicamente al gobernador Capitanich y al intendente Cipolini (no dispongo de las grabaciones pero estuve presente en una de ellas) intentando chantajear para tomar partido por el oficialismo provincial (FpV) o municipal (AFT). Acabó descalificando y acusando a ambos de la situación que describía como caótica de modo descabelladamente adulterado, por lo que es de manual inferir que ninguna de las autoridades cedió al intento de soborno del flamante adalid del ambientalismo y la temeraria investigación periodística.
 
   
Con ánimos de poner en contexto lo recientemente acontecido en Andalgalá con los sucesos de Sáenz Peña, se agregan algunos corolarios:
   
No es novedoso que hace un tiempo, cierta prenSA sufre de convulsiones ambientalistas direccionadas. Despertaron a la "conciencia verde" que, en la mayoría de los casos, debería ser azul violada por los euros u oliva intensa como el billete de 10.000 yenes, ya que el verde dólar viene perdiendo marketing... 
Desde esos medios de deformación se proclaman consignas basadas en premisas falsas o -en el mejor de los casos- sin pruebas concretas (que no se niegan sino simplemente se cuestionan como condición necesaria para argumentar posiciones): Los informes carecen de análisis de laboratorio y diagnósticos clínicos verificables. No exhiben imágenes de la evolución de la toponimia en las zonas mineras ni ensayos sobre el contenido de cianuro o mercurio en el agua de lixiviación, en los diques de cola o en las mismas napas freáticas y corrientes en superficie. Nada. Pero sí levantan banderas en contra de la minería cuando -desde hace un cuarto de siglo y hasta hace dos o tres semanas- apoyaban sin objeciones a todos los emprendimientos mineros del país o les resultaban indiferentes a su línea editorial.
   
Asimismo, ¿no resulta llamativo que tampoco expongan datos respecto al consumo de agua en la ganadería o la agricultura sojizante? ¿O que no emitan una palabra respecto al glifosato y demás agroquímicos probadamente dañinos? ¿Ha de ser porque el Grupo "Clarín" tiene acciones en pooles de siembra y empresas agroquímicas? 
Ni referir al caso de las arroceras en los esteros del Iberá, Provincia de Corrientes, en las cuales las empresas "COPRA" de José Antonio Aranda (Vicepresidente del Directorio del Grupo "Clarín") y "ADeCo Agro" del magnate húngaro George Soros, están asociadas desde el 2001 y riegan sus sembradíos con agua del Río Paraná desviando cursos y promoviendo la construcción de un dique en el arroyo Ayuí Grande (próximo a Mercedes) que, de construirse, irrigaría 20.000 hectáreas (la superficie exacta de la CABA) inundando más que 8.000 de ellas, tierras que conservan la flora y la fauna nativas. Pero de eso no se habla en la "PrenSA In The Pendiente", parafraseando a Mafalda cuando despejaba zonceras.
Y de veras, no es solamente Bazán. Son incontables los conductores de programas rurales, ecológicos, científicos y de otras temáticas que no mencionan emprendimientos a todas vistas nefastos, que antagonizan con la tendencia recientemente adoptada por el multimedio. Como diría aquel personaje del negro Olmedo: "Sacate la careta que tu cara me inquieta..." 
   
Vale poner en blanco sobre negro que cualquier persona con buenas intenciones y ciertas inquietudes con espíritu crítico, debería sentirse reconfortada porque -luego de cuatro siglos casi ininterrumpidos- se tome al ambiente como tema de debate. Pero ese espíritu crítico contrae a dejar prejuicios y observar realidades evaluando en contexto a disposición y necesidades; a no adoptar posiciones de oído sin corroborar datos y fenómenos, vengan de dónde viniesen; a plantearse el pertinente balance costo-beneficio en los casos de la explotación minera, agrícola, ganadera, forestal, petrolífera, gasífera, carbonífera y demás; a repensar el uso del agua, del plástico y de los combustibles no renovables, por citar tres sustancias usadas cotidianamente, muchas veces derrochadas; a considerar, en esa línea, la necesidad de cada producto o materia prima y las posibilidades de reducir impactos ambientales en su extracción y procesamiento; a apuntar, dentro de la ecuación, al monto y destino de regalías y contribuciones impositivas de las empresas concesionadas: y, para terminar, a fundamentar técnicamente y con conciencia a las posturas que promuevan la sustentabilidad, el cuidado ecológico y el impulso de emprendimientos con tecnologías y recursos humanos locales, preferentemente estatales o mixtos con capitales nacionales a mediano plazo.

De nuevo, a esta altura no hay incautos ni desinteresados. Cada cual sabrá a quienes creerle más o menos. Pero no hay que ser inocentes y caer en las redes del ambientalismo selectivo ni de los holdings transnacionales. No se trata de desaforarse con "El Famatina no se toca" o de repicar consignas tales como la de "Mina=cianuro=muerte". La cuestión es buscar la metodología más adecuada para tocarlo y para reducir y controlar el uso de sustancias que pueden resultar nocivas para la calidad de vida. Reconozco que tengo la ingrata sensación de estar escribiendo verdades de perogrullo semejante a la que a veces siento en el aula cuando la diversidad me lleva a reconstruir conceptos que para algunos alumnos y algunas alumnas resultan básicos y, sin embargo, para otros y otras son ignorados o, peor, ni siquiera se los formulan. 
No se pretende insistir con el uso del cobre en los cables que conducen la energía que alimenta esta computadora o del oro en los superconductores de los sistemas que almacenan la información en la web, tampoco del uso del litio en trastornos neurológicos y para tratar el cáncer con terapias radiactivas o del uranio para producir energía atómica y demás minerales imprescindibles para el desarrollo y el confort. No pretendo chicanear siquiera con aquello de que no puede opinarse a la distancia, sino que debe dejarse a los pobladores de cada región que elijan su modo de vida -actitud desintegradora más que federalista- porque no conduce a nada positivo pudiendo actuar como búmeran. Aunque confieso que ciertas posturas me dejan azorado. 
   
¡Así que basta de lata! (con bajo contenido de estaño, por las dudas que a Greenpeace se le ocurra que es altamente contaminante).
Me despido con un vídeo dedicado al "representante de la revolución verde", Julio Bazán, apodado "Ambam" en el reducto ubicado en Acceso Norte y Panamericana de la Ciudad Autónomodependiente de no tan Buenos Aires: 
   
   
¿Se acuerdan de los fallidos pronósticos de más que diez millones de muertos en Europa por la vaca loca? 
Bueno, acá tenemos al gorila amarillista: más trucho que los anunciadores de calamidades allende los mares.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Reportaje al Ing Nievas donde relata como fue echado por denuncuar contaminación en alumbrera

Adán De Ucea Queralt dijo...

Así es anónimo, hablamos de lo mismo: Si un reportaje denunciador fuera una prueba concreta y documentada, la presidencia debería haberse definido entre Solanas o Carrió. (?)

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