De delfines y candidatos naturales: A pedir de Omix


Prólogo

Como dijo el General: “Peronistas somos todos”…

Aunque puede agregarse que están los que no se dieron cuenta  que lo son, los que , y los que se hicieron  peronistas por una u otra razón.

Dentro de los primeros, se incluirían varios sectores del progresismo hoy comprometidos con el modelo de gestión que inició Néstor Kirchner y
continúa -con adaptaciones- Cristina Fernández. De modo similar, las franjas conservadoras aliadas al PJ no kirchnerista que, hoy, representan
De la Sota, el residual duhaldismo bonaerense y el Movimiento Vecinal porteño que dispone muchos funcionarios del peronismo de derechas.
Quienes sí se dieron cuenta que son peronistas, son públicamente conocidos y caben -entre otros- en los dos grandes troncos citados antes, al
tiempo que exhiben una amplia gama de fundamentos y metodologías, opuestas intenciones y propuestas antagónicas, aún dentro del peronismo
o de lo que cada quien adapta para definirlo y definirse. También hay peronistas que se pasaron a la socialdemocracia neoliberal caprilista.
Por último, quienes nunca se sintieron ni se pensaron peronistas, pero se agregaron especulativamente al Partido Justicialista como herramienta
viable para acceder al poder, en mayor o menor medida. En definitiva, saben que durante 70 años las transformaciones -positivas o nefastas-
del país se llevaron a cabo con gobiernos peronistas o por medio de dictaduras cívico-militares. El resto fueron episodios con pena y sin gloria.

Además de José Claudio Escribano (Director de "La Nación SA"), Guillermo Montenegro (Ministro de Seguridad de la CABA) y siguen firmas...

Es que aquella socarrona frase de Perón, más que sugerir que el Peronismo sintetiza a las demás corrientes sociopolíticas vernáculas, bien puede
indicar que es tan amplia y diversa su filosofía fundacional que en algunas temáticas incluye a unas y, en otras, a otras corrientes… Que el
Movimiento Nacional Justicialista es inclusivo y abierto, no hay dudas. Por ello desconcierta a los suspicaces de siempre que, durante esta década, la
conducción haya sido clara al considerar cuáles sectores deben ser incluidos en la determinación de estrategias de gestión y cuáles desestimados.
No pasa por el imbécil cliché de amigos y enemigos -aún sabiendo que el diálogo que proponen es para imponer condicionamientos corporativos
sin ofrecer nada superador-, sino por aquella necesidad de remontar cuarenta años de entrega del patrimonio nacional de todos y de todas,
de colonización de paradigmas culturales latinoamericanistas y de claudicación de la Tercera Posición. Levantar tres banderas
innegablemente peronistas. Suficiente para guardar al peronómetro en la bolsa antes de ponerse a medir, como vienen haciendo
persistentemente desde adentro y desde afuera: Desde Moyano a Stolbizer, desde Amadeo a Donda, desde Solanas a Solanet…



Monólogo

Como propuso Omix: “¿Se animan a marcar diferencias?”

Ayer, el compañero massista línea dura de Morón, planteó una serie de cuestiones: ¿Se animan a marcar diferencias?


“¿Qué es un candidato natural?”:  Es quien logra el consenso suficiente como para que dentro del espacio nadie o muy pocos
cuestionen su representatividad y coincidencias básicas y que, a la vez, pueda extender apoyo y adhesiones por fuera de él.
“¿Qué requisitos debe reunir un/a dirigente para que sus pares y conmilitones consideren su candidatura como inexorable?”:
Corresponde otra verdad de Perogrullo. Las candidaturas inexorables irrumpen, no se maquinan ni promueven.
“¿Se puede creer que todo el mundo debe dar una mano para que determinado dirigente llegue a cumplir sus sueños?”:
Y no, es inadmisible que surja por fórceps o por conminación si se habla de candidaturas naturales, opuestas por definición.
Además es ambiguo el referente: si “sus sueños”  no son los de las mayorías, resulta poco probable que “todo el mundo”  le dé
una mano, aún disponiendo de la maquinaria propagandística generada por quienes sí saben que se cumplirían “sus sueños”
Y, “¿por qué las minas eligen a otro como novio y no a aquel que todos señalan como el candidato natural?”:
No es una pregunta válida ya que redunda en conceptos traídos de los pelos como generalizar o mimetizar natural con ideal.
Y no ocurre siempre ni puede decirse que el candidato natural sea lo ideal. Lo ideal para que no haya desavenencias constructivas que fortalezcan
la relación, quizás. Es más, hasta me atrevería a decir que esa tendencia cuasi rebelde decae considerablemente cuando las minas crecen, que no
es lo mismo que madurar sino ponerse en la baldosa conformista, aplacada y conservadora. Como canta el catalán: crecer no es sentar cabeza.
Además, parangonar el análisis de un vínculo de pareja con el de las relaciones político-partidarias de conjunto, es -de mínima- descabellado.
Sanata pura que brinda sofismas como si fuesen axiomas, con intencionalidad de confundir
a desprevenidos y desprevenidas. Como recurso retórico, vale, pero no tiene sentido tomarlo seriamente.


Si bien definimos a los delfines de otro modo, también notamos claras diferencias entre delfín político/a y candidato/a natural.
Al considerar la alta capacidad para el adiestramiento de los delfines, habremos de inferir que en el folclore partidario se le debería llamar de
tal modo a quien acata instrucciones y no a quien prometa continuar ni recrear nada. Pavlov al palo. Un delfín es histriónico y hábil malabarista:
es espectáculo, aunque no siempre circo. Actúa hoy y acá, efectúa los entrenados números ahora y en el acuario.
No se espera nada más del cetáceo -ya sea de mar, de río o de delta- y no creo que algún empresario piense dejarlo a cargo del oceanario.
Pero bueno, parece que ya estamos divagando, así que mejor sigamos con la consigna de marcar diferencias.


En el siguiente párrafo, el compañero Omar Bojos se pasó de reductivo al endilgar a Artemio López
que: “Para el kirchnerismo, en cambio, candidatura natural y delfín político son sinónimos.”

Repasemos las opciones dadas por Artemio:

1) Cristina (indiscutible candidata natural y garantía de la conducción, cohibida constitucionalmente).
2) El que Cristina designe (probablemente, un/a delfín/a a seguir adiestrando y guiando desde afuera o desde adentro
del prácticamente indefectible gobierno 2015-19, que asimismo puede ser estimado como el/la candidato/a natural
o no, asunto por dilucidarse llegado el caso. Ya se dijo que son conceptos diferentes mas no excluyentes).
3) De los varios que Cristina designe, el que gane las PASO (lo que pasaría por el peronístico encolumnamiento
-o la no peronística diáspora- con quien surja democráticamente a falta de candidaturas naturales).

Es decir, El manual de uso sobre el candidato natural FpV 2015” subido a Ramble Tamble, tampoco
califica para ser tomado seriamente ya que, es de suponer que se posteó en 3 minutos siguiendo el hábito
de Lupo de mechar análisis con petardos y disparadores de ocasión, y, sin pensar que alguien pudiese llegar
a tomarlo como la posición taxativa de “el kirchnerismo” para analizar al “Frente para la Victoria”. En fin…


Reformulando. Una candidata natural fue Cristina Fernández de Kirchner en 2007. Y, desgracia mediante, en 2011.
Lo que de movida descarta la anterior afirmación del compañero massista ya que, según su apreciación, entre 2003 y 2007
el compañero Presidente Néstor Kirchner tuvo a la compañera actual Presidenta Cristina Fernández como delfina de cabecera.
A decir verdad, creo que hasta el amigo Alberto Fernández fue más delfín que la esposa de NK por entonces y, sin embargo,
jamás resultó visto como candidato natural a nada. O, ¿por qué no?, el amigo Sergio Massa, quien luego fue delfín de CFK
y tampoco validó candidatura natural, en la medida que ninguno de ellos trascendió la zona norte del GBA y el reducido
target palmierano  de “Políticos al asador”. Ni siquiera observando antecedentes y actualidad, apenas apuntando a alcance
comunitario y cobertura territorial, es irrefutable que les falta demasiado para ser considerados candidatos naturales.
Lo del alcalde de Tigre, un sueño de pocos y pocas o, quizás, una estrategia de apuntar a la capitanía del equipo de Primera para
asegurar un lugar en la plantilla de la Reserva. Un regateo de señoras con ruleros o señores con chancletas en la verdulería…


Es sencillo verificar que existen pocas chances de que un delfín resulte candidato natural por el sólo hecho de escenificar ante el público el número
practicado con los adiestradores. Así también, es tristemente conocido que cuando la sucesión dependió de bendiciones sin sustento ontológico
y metodológico, terminó en rotundo fracaso. ¿Es necesario ejemplificar? Resulta palmario que el ejemplo de delfina que da Omix Bojos no califica.
Ya sea, porque el gobierno de Dilma no resulta un fracaso ni consumó un vuelco en el signo primario de la gestión, como porque a la vez
son obvias las revisiones y los giros coyunturales que hizo y hace respecto a la gestión de Lula. Amén de que no era la candidata natural.
De hecho, se produjeron conocidas tensiones con los seguidores de Palocci y del “candidato natural” Dirceu,
cuando Rousseff fue nombrada Jefa de Estado Mayor en 2005 y postulada a la presidencia a fines del 2010.

A propósito, hilando fino, puede verse en Bojos un par de contradicciones. Si, por un lado asegura que
“delfín es Dilma respecto de Lula”  y, por otro, agrega que “Scioli ha tomado del massismo la idea de ‘cambio con continuidad’”
pero, eso sí, Omix se encarga de aclarar que Scioli y Massa no son delfines del acuario de Cristina, aunque el motonauta haya sido
Vicepresidente vía Duhalde, Gobernador de la Provincia de Buenos Aires de la mano de Néstor y luego de Cristina y,
en los tiempos de la desestabilización ruralista mediática, candidato testimonial junto a Néstor Kirchner.
O sea, para Bojos, Scioli no es delfín de Cristina Fernández y Dilma sí lo es de Lula Da Silva. Distinta vara.
La vara que facilite argumentar que Scioli -y Massa- más que motonautismo practica surfismo haciendo la plancha
según el viento y vendiendo “ruptura y continuidad en su justa medida”, lo que parece plagiado a los eslóganes de campaña
de De Narváez, por sofista y ambiguo. Suficiente para demostrar que, de ningún modo, Scioli puede ser candidato natural del kirchnerismo.
El consenso propuesto por Daniel Scioli con quienes sólo dialogan cuando logran sus aspiraciones corporativas, no puede ser considerado
perteneciente al modelo nacional vigente. A esta altura, proponer continuidad -ya sea con cambio o con ruptura- es inadmisible viniendo de ahí.


Continúa Bojos: “El ex motonauta intenta llegar a 2015 como prenda de unidad escapando del fantasma ‘chirolita’
en la que puede quedar atrapada su imagen de ser más continuidad que ruptura y también a la de ‘traidor’
si logra destacar los contrastes antes que los parecidos”, ilustrando con un decadente photoshop, cuidándose de no poner
la cabeza de DOS en la de Chirolita pero sí adulterando la de CFK en el lugar de la de Chasman y con brazos velludos…
Es complejo eso de jugar a dos puntas, de sí pero no. De mejor Massa pero, si no le da la nafta, me subo con Scioli, Macri, De la Sota,…
Un peronismo sui generis el de Omix. Aunque reconozco no leer su blog muy seguido, jamás vi que estampe a Binner o a Macri con tetas.
Un peronismo funcional a la conservadura confesa o simulada. Un peronismo más ucedeísta que el de Maslatón.



Epílogo

Como pregunta Omix: “¿Acierta Scioli al proponerse como candidato natural?”


Luego de algunos párrafos -o fárragos- repitiendo lo que cualquiera sabe respecto a la ambigua postura de Scioli, asegura que
“por eso elige el tangencial concepto de ‘candidato natural’”. ¿Me perdí algo? Porque he visto y leído a Pepe Scioli, a Raúl Pérez,
a Cuartango, a varios funcionarios de la Provincia de Buenos Aires, hasta a Rosendo Fraga y la maquinaria deformadora de opinión,
pretendiendo instalar eso, pero a DOS, jamás. Y, para esquivar definiciones, mejor los Salieris de De la Rúa: Binner o Macri.

Y propuso Omix: “¿Acierta Scioli al proponerse como candidato natural en 2015?, esta es nuestra inquietud.”





Omar Bojos cierra la nota -avisando continuar con la saga, la cual demandaría demasiado esfuerzo improductivo seguir por lo expuesto acá-
con el siguiente corolario justificador y autojustificador: “Son muchas las dificultades por la que atraviesa un candidato natural
para llegar a su meta y por ello nos solidarizamos con Daniel Osvaldo, peeeeero nosotros estamos en otra
y queremos descular las posibilidades de éxito de su estratagema, para eso vamos a subir esta tarde
dos notas periodísticas, una sobre el mecanismo de selección y sucesión en el peronismo y otra sobre el pejota
al otro día de la derrota de 1997  y la puesta en duda de las candidaturas naturales., que pueden servirnos
de disparador al debate sobre estas cuestiones que no nos quitan el sueño pero ayudan a la reflexión.”

Ya sabemos qué motiva la persistente aclaración de determinadas situaciones y posturas.
No hace falta ser erudito en psicoanálisis para advertir que detrás hay miedos a exorcizar o consignas para autoconvencerse.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Omix ,buen pibe ,capaz de explicar y avalar la cuadratura del círculo,pero no,esto es mucho.Macri,Escribano y la sociedad Rural exceden la capacidad de asombro,aunque para algunos panegiristas son más peronistas que Hugo del Carril..

Adán De Ucea Queralt dijo...

Y bueno, es complejo colgarse del vecinalismo mirando de reojo al único movimiento con capacidad de gobernar y, obvio, de imponerse en las urnas. La especulación, como la mentira, tiene patas cortas y tranco rengo.

Anónimo dijo...

Y manolo??escribe cada vez más parecido a Donda. Mezclada con grondona y altamira

OMIX dijo...

Mo mezclen pastillas con alcohol y encima en ayunas

Adán De Ucea Queralt dijo...

No, compañero. Soy abstemio y no consumo Agarompa. Gracias por preocuparse.

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