Otro incidente ferroviario en vísperas de elecciones, tales los planteados
acá,
acá y
acá. Esta vez sin muertes pero con el frustrado intento del
maquinista (motorman, las pelotas) de secuestrar el disco de la cámara de seguridad ubicada en la cabina de la locomotora. No redundaremos
con la información que pudo conocerse ayer, aunque si compartiremos algunos tweeets de uno -sólo uno- de los predicadores de la infamia.
Se trata de la impresentable rata Noriega. Basta verle los rictus de ulceroso y el rostro hipertenso inyectado en sangre para constatar que es un
pobre infeliz que anda por la vida repartiendo frustraciones. Una basura que no va en bolsa amarilla: irrecuperable aunque procure reciclarse...
Quien desee inocularse el odio sistemáticamente sembrado por esta decadente caterva de desgraciados
con cámara, micrófono u offset, puede recurrir al
Estado de Twitter que tiene parte de la conversación
generada por semejante imbecilidad que, más que acto fallido, parece ser reconocimiento de
sabotajes.
No obstante, para que el crítico de espectáculos y de indicadores oficiales no se
sienta acosado en su alienación desde la paranoia propia de los perros blancos...
... trataré de sintetizar que, de haber un vigilante de medios y buchón en
Twitter, no sería precisamente yo. Para muestra sobra con este botonazo:
Empezando por la solapada chicana a quien le dio de morfar en la fauna de PPT:
Aunque, a decir verdad, se supone que no morfaba tan tierno el sorete cuando Gvirtz era otro recadero
mediático del Grupo "A", si a Corega (perdón: Noriega) hasta se le caían los dientes en pleno programa:
Y su tarea vigilante siguió hasta llegar al ridículo, ganando el repudio de muchos, con el
aplauso de la platea de sus cofrades Lanata, Majul o Quintín y la carcajada de la mayoría:
1 comentarios:
Lástima que hayan muertos de por medio para saciar el odio de estos operadores. El fallido lo dice todo... Que va a hacer... Me tienen harta estos cosos que piensan que con un tren mas chocado vamos a hacer las maletas y nos vamos a ir. Ni con un tren, ni con balazos, ni con muertos, ni con golpes económicos, ni con "la inseguridaT se cobró una nueva víctima". Asco, asco, me dan estos sinlímites.
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