El 1º posteé un balance con
proyección: Feliz 2013 para empezar a redondear la Década Recuperada,
sabiendo que el 2015 está lejos,
aunque lo suficientemente cerca como para ir previendo emergentes,
probabilidades e impactos.
La idea original pasó por
compartir las estimaciones a trazos gruesos que habíamos elaborado -con la
Agrupación en 2011-
sobre la conformación de ambas
Cámaras del Parlamento Nacional apuntando a 2013 y 2015. Creo oportuno manifestar
que
quedé perturbado tras agregar
algunas consideraciones sobre Scioli. Quedé dudando sobre la pertinencia de haberlo
referido,
tal vez resultando funcional a
quienes lo impulsan a escena (cuestión bosquejada en la nota) y que son -precisamente- sectores
sociopolíticos y
corporativos que no me/nos representan. Y, más que nada, recelé de las consecuencias
de quedar -en cierta
forma- pegado al motonauta, a quien
dejé claro que no es lo que prefiero. Y sí, confieso que me hizo ruido mandar
el posteo.
Tal vez por eso, en mi ámbito
cotidiano como en este Blog, en Facebook y en Twitter, invitaba a leer y
objetar, indicando que
no quería “audiencias
redundantes” sino otras miradas. En las redes -aprovechando la ocasión de las fiestas-
compartí la nota
agregando que “me quedé sin
petardos” o proposiciones similares y con gancho, buscando provocar reacciones
contrapuestas.
Es parte de mi estilo la chicana
y el petardeo. Lo sé y no me incomoda. Tampoco abuso de ellos y evalúo lugar y
circunstancias
aunque no califico las pertenencias ideológicas ni
idiosincrásicas de los/as intervinientes para especular sobre la conveniencia.
Es decir, son recursos que adopto
con peronistas, transversales, apartidarios, opositores, caceroleros,… así como
-a menudo
y en cualquier medio- los recibo
también provenientes de emisores con distintas posturas políticas o encubierta. A
esta altura,
prácticamente nada resulta patrimonio
exclusivo de nadie y casi nadie es inmune ni está habilitado para condenar a los
demás.
La cuestión es que al menos uno
de los/as visitantes, Oscar Cuervo, intervino aportando un comentario con los
reclamados
cuestionamientos y me mostró otro
modo de ver las cosas, lo que le agradezco francamente -porque esa era la
intención de
la nota- y lo copio abajo para
facilitar la lectura a quienes no linkeen el posteo aludido. El único que había
subido este año.
Ver previamente
una saga de tweets, incompleta porque algunos quedaron excluidos del diálogo en
este “Estado de Twitter”
y
otros un poco a destiempo por mi cansancio que no pudo seguir el ritmo, puede orientar
un poco la idea del posteo anterior.
Atendiendo
al comentario, ¿cómo no
agradecerle a Cuervo y a los/as compañeros/as del Partido Justicialista y del
Frente Grande
con quienes intercambiamos
pareceres, de hecho siempre más positivos que las interacciones con apartidarios/as.
Al menos,
para mí. Y hete en las observaciones
de Oscar algunas causas del ruido percibido por haber aludido a DOS. Quizás, motivo
de la
desincronización del reloj
biológico hasta que nos tomamos dos días en familia a la orilla del Bermejito y
logré ponerlo en hora:
A continuación trataré de repensar lo expresado, desde otro lugar y a la vez introspectivamente, procurando capitalizar aportes:
1) “La reivindicación de una identidad peronista permanente que a veces
se acompaña
de una puteada a la ‘progresía oficialista que usufructúa de un poder
prestado’ creo que
está en el meollo de las contradicciones más agudas de la política argentina actual. Mucho,
pero muchísimo más
que discutir el formato de 678 o los exabruptos de Lucas Carrasco.”
Sobre
la contradicción, estaría genial ir a las “puteadas” puntuales, pero para ello
debería saber a cuáles se refiere. ¿De cuáles
debo
hacerme cargo de fundamentar motivos? ¿O hay que “abroquelarse
peronísticamente” aplaudiendo exabruptos y el maíz
que
algunos funcionarios tiran habitualmente a los cerdos? O acaso, ¿nunca “puteo”
a compañeros y compañeras peronistas?
Y sí,
aplaudidor no soy. Si bien trato de no ser indiscreto sacando los trapitos al
sol -pues aprendí del General a lavar y orearlos
en
casa-, planteo objeciones y alternativas a determinaciones y posiciones de
funcionarios ya sean peronistas o transversales,
sin
especulaciones. Por supuesto que quienes interactúan conmigo conocen
holgadamente que aplico chicanas a discreción.
Lo
hago usualmente porque la progresía transversal se presta. Y, si encima es de
la metrópolis, me cautiva observar prejuicios a
ambos
lados. No soy funcionario ni creo tener más responsabilidades que cualquier
ciudadano que se expresa personalmente o,
como
en esta ocasión, en las redes sin siquiera dejar constancia de la Agrupación
-peronista y local- que me identifica e integro,
pretendiendo
ganar libertad para criticar a quien sea sin afectar a otros. Me expreso en mi
nombre. Desde una posición, claro,
pero
generalmente en primera persona. Por lo tanto, las adjetivaciones que pretenden
encasillar resultan eludibles. De algunas
me
hago cargo y otras resbalan, sobre todo cuando contradicen manifestando lo
mismo que pienso. Y no pocas veces ocurre.
Mientras, desde la Línea “Aire y Sol” aplican sistemáticamente
la metodología del consenso con
quienes no tomaría un café
ni jugaría al Futsal, o dialogan mediante imágenes -encima- con
símbolos y significaciones que tampoco me identifican: ¿cuál
fue el sentido -y más me
cuestiono el motivo- de coincidir con la Sociedad
Rural, Clarín, La Nación y el PP vernáculo
(el PRO Peronismo de Macri-Ritondo
y de De la Sota-De Narváez entre otros)? Y sí, me hizo ruido. Todo en primera
persona.
Y lo del sentido y el motivo por
haber atendido a DOS no surgió accidental ni inadvertidamente, al contrario,
fue exteriorizar
la entropía (en cualquier acepción):
como magnitud de energía inutilizable, de caos o grado de desorden, de duda
múltiple…
Si no viste el título, no
brames. Avisé que el post es “autorreferencial y entrópico” y, además, sin
terapeuta a mano. En esta
coyuntura, más que un millón de
amigos necesito una patota de “psicosociólogos”, anche no de politólogos de la
Gran UCA…
O acaso, ¿está todo apto, en orden, agradable
y con certezas? Si es así, pido la fórmula. Y esto tampoco es falta de
reflejos:
aclaro que no escribí “orden,
certezas y fórmula” sin darme cuenta que da pie a la chicana de quienes
fustigan esa parte de la
“identidad peronista”. ¿Cómo
será valorada la “identidad peronista” para que alguien -con un criterio que
respeto y algunas
veces me prendo de las sogas que
tira- la saque a relucir cuando yo había propuesto “valorar la Realidad
Efectiva”? Y no son
equivalentes. Si solamente la
realidad efectiva “que debemos a Perón” caracterizara la “identidad peronista”,
dejando de lado
los fundamentos doctrinarios, el
leit motiv y el germen, la metodología, la organización, el despliegue
territorial, la mística
y quintaesencia (para
algunos/as: dogma, verticalismo, aparato, demagogia,… ya no populismo, que hace
un tiempo es mejor
visto y menos bastardeado al
menos por los sectores transversales del FpV) y otros rasgos distintivos
-aunque no privativos-
del innegable eje del Movimiento
Nacional y Popular durante setenta años, no sólo sería parcial sino
constituiría un absurdo,
dado que, ninguneando al resto,
la “realidad efectiva” carecería de cuerpo y espíritu. Carecería de posibilidad
de concreción.
Con
lo sí puntual respecto a 678 y Carrasco, compagino algo aunque temo que la
extensión de la nota se saldrá de cauce:
678: Invito a clicar el tag “Gvirtz D” (11) en la barra lateral de “Referencias” para
evaluar con argumentos si: recordar a “PPT”
hasta el 2009, opinar
que (menos, TV®) la productora baja líneas que no estimulan debates
-ergo: coartan construcciones-,
notar la ostensible escasez de peronistas en los paneles y entre los/as invitados/as, conjeturar que Gvirtz -no todo el equipo-
se
alineó por la billetera como hace la gran mayoría del espectro mediático sea
donde fuere y que no amerita que los talibán
del
678erismo lo consideren un incondicional
defensor del modelo sino un mero socio ocasional, parangonar esas sospechas
con
ciertas corrientes transversales que hoy están y mañana ¿quién sabe? y por ello
no bajan al barro ya que persisten -a una
década
de kirchnerismo- catalogando al peronismo de modo gorila llamativamente similar
al trotskismo y el conservadurismo
que
tanto critican, y, otras posturas adoptadas en las redes virtuales o en la
militancia territorial, se contradicen con considerar
a los
programas de la productora “Pensado para Televisión” positivos a la hora de desglosar
la manipulación de información por
parte
de los multimedios aunque, como corresponde, lo hagan sólo sobre los medios
opositores al actual gobierno nacional y
popular,
o que su inclusión haya sido oportunamente relevante. Insisto, ni yankee ni
marxista, ni aplaudidor ni gorila: peronista.
Carrasco:
Al guante de Carrasco también lo recojo porque, no obstante no tener etiqueta
en este blog -si te interesa podés
recurrir a “Para Ucear” en la barra lateral-, le dediqué unos posteos con las tarlipes
infladas ante sus posturas de la Inquisición
Agnóstica que mezclan la Biblia y el
calefón, por lo que más que a aportar tienden a piantar apoyos y generar
“crispación”. Es la
pléyade de los Le Corbusier de la destrucción, tal
caractericé -con postura similar cuando lo de Boudou/Filmus/Tomada- en un
cruce (virtual) con Dante, el hermano de
la López Foresi. Así como yo -la nota se
titula “autorreferencial” si no lo viste- acabo
de aclarar que hablo en primera persona
para no ejercer representación de nadie ni nada, sé que Carrasco -o Dante y demás-
tiene “jerarquía” cuasi off shore y borderline, entonces tampoco
se manifiesta en representación de nadie ni de nada, aunque sí
tiene un
espectro más amplio. Basta ver que este blog no es
“el que la tiene más grande” ya que apenas recibe 10 a 12 mil visitas
mensuales -con una nota cada dos días y medio- lo que superó con
creces mis intenciones y sorprendió la falta de expectativas
al abrirlo. Estoy convencido que “República Unida de la Soja”
-aunque desconozco cuantas visitas promedia- resulta muchísimo
más difundido que este, y, por lo
tanto, tal vez debería estar algo más condicionado y con algún filtro… Anteayer, el “Diario
Concordia” lo ubicó 4º entre los blogs más influyentes de Hispanoamérica, aunque al linkear el ranking de ebuzzing sólo
encontré a “Apuntes para la República Unida de la Olla”… No obstante reconozco haber buscado por arriba pues no tenía tiempo
y sí señal interruptus... Creo oportuno advertir que ahora opino con el diario de ayer. Hace tiempo que no leo-miro a Carrasco.
En definitiva, si hay que aplaudir la foto de Verbitsky con Carrió, a Borón
agitando con la ¿Base del Comando Sur? en el Chaco,
la plancha y los exabruptos a repetición de Abalito y otros/as, las leyes
que de progresistas tienen nada, o todas y cada una de
las medidas oficiales sin cuestionar, avisen, eh. Pero, ojota, suena
demasiado vertical y disciplinado. Demasiado pejotista, bah…
2) “Moyano es un fenómeno típicamente peronista, de igual
manera en
que lo son Scioli y Massa, Insfrán y Alperovich.”
Antes que nada, recordemos
que Gildo Insfrán pertenece al Partido Justicialista al menos desde la Apertura
de 1983 y que
el ingreso de Daniel Scioli a la política es harto conocido. Ambos casos, y más aún el
marplatense Hugo Moyano, pueden
enlazarse
a lo ya expresado tangencialmente en la mentada nota: “Tengo
el beneficio y la simultánea desventaja de ser
peronista. ¿Qué significa? Que
cuento con el plus de pertenecer al Movimiento Político que, prácticamente de manera
excluyente, modificó de raíz a
las estructuras establecidas. Ora para beneficio de las mayorías, ora para su
perjuicio…”
José
Alperovich se inició políticamente en el Partido Socialista y electoralmente en
la Unión Cívica Cívica Radical hasta
que el
cuestionado gobernador tucumano -Julio Miranda- lo bendijera para la sucesión. Asimismo,
Sergio Massa comenzó
a militar
en la Unión de Centro Democrático y se incorporó al PJ en el ’96 de la mano de
Barrionuevo. Es decir, sean las
judías
que fuesen y sin prenderme de la disquisición sobre legumbres, no jodamos: “en
todas partes se cuecen habas”…
Ahora, la parcial subjetividad que
lleva a equiparar “realidad efectiva” con “identidad peronista” es congruente
con sostener
que “Moyano es un fenómeno típicamente peronista, de igual manera en que lo
son Scioli y Massa, Insfrán y Alperovich”. Y
sí, para tal criterio de la indefinible “identidad peronista” es probable que así lo sea, sustentado por el concepto filosófico de
sí, para tal criterio de la indefinible “identidad peronista” es probable que así lo sea, sustentado por el concepto filosófico de
fenómeno (aspecto que las cosas
ofrecen ante nuestros sentidos). Y seguramente, desde el mismo enfoque, se considere
a
Néstor Kirchner y a Cristina
Fernández como fenómenos en el sentido vulgar (suceso extraordinario) o hasta
físico-químico.
3) “Y si en 6 meses Massa, Insfrán o el propio Scioli se ponen al
frente de la restauración
de la normalidad argentina (la Argentina claudicante) o si como Moyano los vemos
pasear por TN diciendo el
guión permanente del Grupo, no creo que la sorpresa nos dure
más de 10 minutos. Y, como vos hablás de posibilidad, te digo que
no nos sorprendería
porque en el fondo sabemos que los mencionados PUEDEN LLEGAR A HACERLO…
Por las mismas razones que Menem,
un peronista paladar negro, pudo hacerlo. ”
Posiblemente, Oscar Cuervo (creo que es capitalino) conozca mejor la situación de la Provincia de Buenos Aires o, por lo menos,
lugares turísticos y el GBA como para emitir opinión más precisa acerca de Massa y Scioli. [No puedo dejar pasar -siguiendo la
onda de la adivinación- que estimo que quienes dan perspectivas de eventual proyección a +SA que trascienda la PBA en 2015,
onda de la adivinación- que estimo que quienes dan perspectivas de eventual proyección a +SA que trascienda la PBA en 2015,
deben estar encapsulados mediáticamente o fumando escarola sin tostar]. Así como yo -desde el Chaco- probablemente me
aproxime con más certeza a la de Formosa para percibir cuánto hay de relato demonizador -o encubridor o auspiciante- sobre
aproxime con más certeza a la de Formosa para percibir cuánto hay de relato demonizador -o encubridor o auspiciante- sobre
Insfrán. Da para largo y no redundaré, aunque invito al tag “NEA” (31) o a buscar Insfrán+Formosa en la ventana “Para Ucear”.
Sigamos brevemente con Me#em
(sí, ando cabulero). ¿Por qué es paladar negro? ¿Por su prisión en Las Lomitas o
por la gestión
neoliberal y privatizadora -colonial
y entreguista- de los ’90? Pregunto para saber cuál es el pedigrí que se tiene
en cuenta…
Oportunamente
consideré que mi posición, para nada determinante ni inmutable, resultaría
clara. Lo que menos imaginé es que
valdría
calificarme como Sciolista, me#em-duhaldista, pejotista y demás enrostrados epítetos.
Aprovechando las vacaciones,
seguramente
compartiré acá algunas reflexiones sobre los “muertos en el placard” que
nos recriminan a los peronistas, en tanto,
apartidarios, progresistas de innúmeras expresiones políticas, liberales y
socialistas de todas sus corrientes, radicales, trotskos
y demás
manifestaciones ideológicas vernáculas jamás se hacen cargo de los muertos
archivados en sus armarios. Mucho menos
y sin
afán de contarlos, de los muertos que puso el Peronismo desde la resistencia y
la lucha popular, perseguidos y reprimidos
durante
tres décadas previo golpe a los cuarteles de quienes -además- han colaborado
por acción u omisión, por complicidad
o
indiferencia, a matar -y sin alegoría al placard- miles de compañeros y
compañeras. Y sí, el Peronismo tiene “muertos en el
placard”
que resultan tanto o más o menos abominables y pestilentes que los que esconden
cuidadosamente con maquillaje de
funeraria
tantas corrientes demócratas, repúblicas, socialistas y liberales. Pero es
largo de aprestar y queda para otra ocasión...
4) Espero que esta observación no se interprete
como antiperonista porque no lo soy ni quiero serlo, y
comprendo que muchas de
las virtudes de la década kirchnerista provienen de su proveniencia peronista.
Pero así como el peronismo te facilita ciertas cosas te complica otras. Hoy toda la derecha que
apuesta a terminar con Cristina cuanto
antes ha asumido que la salida viene por el lado del peronismo.
Necio dudar que Scioli es considerado “lo posible” por el restringido establishment, para nada impedido de operar. Basta
recorrer los medios de comunicación. Y me remito nuevamente al plus y al déficit por ser peronista, como Néstor Kirchner
y Cristina Fernández… Y es
axiomático que la siempre atenta derecha apuesta a la salida por el lado del peronismo, dado
que no existe otra sucesión “posible”: fuese continuación, profundización o
regresión, no hay otra posibilidad. Hace más
de un lustro que vaticino al mejor
estilo de mi comprovinciana -la mentalista-, que
el devenir nos dejará dos opciones:
frentes peronistas de derecha neoliberal
versus frentes peronistas de centroizquierda, por
catalogarlo de una manera
reductiva y fácilmente digerible. Entonces pregunto:
¿Sirve quedarse afuera? ¿Pueden ganar batallas los
espectadores y
los neutrales? No. No las pierden. Ni las ganan. No las dan. Y
me animo a ampliar: Néstor Kirchner y Cristina Fernández
tienen mucho más que “proveniencia peronista”, mucho más que procedencia y
derivación. Néstor tuvo y Cristina tiene
“pertenencia peronista”. Miremos todo. Sin anteojeras. Caso contrario, parcializar
parece manipular. Nunca desertaron.
5) Así que lo que cuestiono en tu análisis es esa idealización de la
identidad
peronista y esa añoranza de "la ortodoxia orgánica tan peronista que imprimía Néstor
Kirchner en los trances
difíciles". Si vamos a ser adultos y a ponernos los pantalones
largos (l@s que queramos ponernos pantalones, porque también algun@s pueden
querer tener polleras), tenemos que asumir que Perón murió, que Néstor murió.
Y que la ortodoxia siempre
tira para abajo. Imagina a los dinosaurios en la cama.
Opto por inferir que lo de las
polleras se debió a la postura igualitaria de Oscar Cuervo y no para chicanear.
Sobre todo,
atendiendo a las polleras de
CFK… Ahora si se supone que idealizo la identidad peronista, ¿vale asimismo demonizarla?
Y, que Néstor Kirchner en las
coyunturas complicadas se recostó en el PJ, ¿acaso es falso? ¿Ya nos olvidamos
del 2008?
Para algunos y algunas, Perón
murió y Néstor murió. Para los peronistas siguen vivos. No con lirismo: con ideas
y acción.
A esta altura, reitero
agradecimientos a quienes plantearon debatir en todos los ámbitos y pongo
aislación acústica. Además de lo expresado:
“Para cerrar esta nota de inicio del año, no obstante saber que es una
redundancia, dejo claro que estoy convencido que ‘lo ideal’ sería que
Cristina continuara conduciendo los destinos de la nación, ya sea
reelección mediante, desde la Jefatura de Gabinete con poder real, o como
Primera Ministra en un sistema parlamentarista que poca relación tiene
con la concepción latinoamericana de la democracia representativa.
Pero ‘lo ideal’ prácticamente nunca es ‘lo posible’. La dirigencia con
aptitudes de poder lo sabe o debería saberlo. Y los ciudadanos deberíamos
tenerlo presente para no cometer errores que tiren por la borda la
Década Recuperada. Como peronista cabe decir que no votaría a De la Sota
como no voté por Menem en 1995 ni en 2003, si son dos gotas de agua.
No votaría a Macri así se presentara a elecciones -sin volver a desertar-
cantando la Marcha y luciendo el Escudo. Treinta años de militancia en
el campo nacional y popular me han enseñado a aprender de los triunfos,
de las derrotas y, más que nada, de los costos pagados por los
sectores socioeconómicos a los cuales pertenezco, me identifican y defiendo.”
Hubiese sido conveniente haber
puesto blanco sobre negro, afirmando categóricamente y con doble implicación que
votaría
a Scioli -o
a alguno/a de los/as varios/as referentes que me generan recelo- sí y sólo sí las otras opciones pasaran
por
una remake aliancista encabezada por
el hermético santafesino o por un revival noventista del PRO Peronismo con
algunos ya
citados, a quienes sin mensurar
con el peronómetro -onda Stolbizer y tantos/as otros/as secantes, transversales
y exteriores-
ni siquiera los considero
compañeros/as. Por supuesto que si la corriente continúa en este cauce y la
Presidenta Conductora
bendijera una fórmula, no
dudaría en apoyarla al punto de votar por primera vez en mis treinta años de
vida ciudadana por un
binomio no peronista. Es que soy orgánico pero no masco
vidrio. Y no es poco para alguien absolutamente y empíricamente
convencido que “los mejores años
son y siempre serán peronistas”. Había cerrado la mentada nota sugiriendo: “Nunca menos.
Excepto que pretender ir por todo signifique entregarlo todo. Todo lo logrado.
Ahí, el nunca menos trastocaría en ahora nada.”
Pues bien, agradezco otra vez sus
aportes a los/as compañeros/as. ¿Saben por qué? Porque se sumaron a las
observaciones
de un referente como Luis D’Elía
y a otros/as que siempre estuvieron dentro del campo nacional y popular. Con “matices”
pero coherentes. Simple. Y
lograron entre todos y todas hacerme rever posturas sobre el devenir. Quizás sin contradecirme
aunque eso es lo de menos, puedo
afirmar que ahora dudo más aún si, justamente, DOS no representaría el “ahora,
nada”…
Seguiremos en los puestos de lucha y estaremos más atentos en el impulso de la mejor opción para continuar con el modelo.
Y más, pero mucho más, le agradezco a los referentes
de la dispersa oposición
despropositada, a sus discípulos y a la “Red de twitteros
truchos K-cerolos”:
Al final, la oposición va a terminar de convencerme de lo que no pude adentro, ni con PJ ni con aliados. A continuar o nada. Me voy al catre
— Adán Pecarí De Ucea (@AdanDeUcea) enero 4, 2013
El posteo fue positivo. Objetivo cumplido. Me movieron de baldosa, aunque no lo parezca por el habitual “abroquelamiento”
en tiempos de crisis que resulta ineludible y la reacción ante posturas contrapuestas que se toman como mojadas de oreja,
a las que no ponemos la otra oreja pero sí devolvemos la saliva. Está claro que mientras los opinólogos diagnostiquen y,
tanto transversales como opositores, estén expectantes y operando -en su medida y armoniosamente- para un lado u otro,
la pelea la daremos con la militancia dentro del Partido Justicialista y entre sus dirigentes. Que son míos. Que son nuestros.
8 comentarios:
Adán:
tu posteo y mi comentario dieron lugar, además de este segundo post tuyo a un post mío donde desarrollo lo que dejé escrito acá:
http://tallerlaotra.blogspot.com.ar/2013/01/peron-murio-nestor-murio-y-nosotros.html
Por otro lado, quiero aclararte que en mi comentario no hay la más mínima intención de mojar ninguna oreja, ni tampoco cuestionar la línea editorial de tu blog, que leo de vez en cuando pero no tanto como para saber qué opinás de cada personaje mencionado (Carrasco, Gwirtz, Insfrán, Alperovich, etc). Mi pretensión es problematizar la identidad peronista a la que vos hacés referencia constantemente, como puede notarse en este párrafo final tuyo:
" Está claro que mientras los opinólogos diagnostiquen y, tanto transversales como opositores, estén expectantes y operando -en su medida y armoniosamente- para un lado u otro,
la pelea la daremos con la militancia dentro del Partido Justicialista y entre sus dirigentes. Que son míos. Que son nuestros".
Hay ahí una idea de pertenencia, de identidad y de diferencia ("nuestros", "transversales", "opositores")
que creo que es la madre del borrego. No tengo nada contra las identidades políticas, son, creo, imprescindibles. Tengo contra la idealización de las identidades. Sirven para abroquelarse en tiempos de pelea dura. A pesar de que vos evocás una "realidad efectiva", no creo que esa realidad sea una evidencia palpable, sino algo interpretable de manera diferente según donde te pares. En este mismo momento, desde Moyano hasta Julio Bárbaro, desde Barrionuevo hasta el incipiente massismo, le reprochan a Cristina que no sea peronista. Muchos la acusan, precisamente, de frepasista, no sé si los habrás leído.
Entonces a mí me parece que replegarse en una presunta "realidad efectiva" que resulta tan distintamente interpretable no ayuda a entender los desafíos del momento. Ser peronista no basta para entender adónde estamos parados. Es más: creo que nunca bastó. Como tampoco está tan claro qué es ser kirchnerista, desde que Alberto Fernández se reivindica como uno de los padres de la criatura o, por otro lado, vos decís que extrañás la ortodoxia de Néstor.
Noto en tus referencia a lo que llamás "transversales" un cierto sectarismo. Es algo paradójico. El peronismo desde su origen fue una alquimia heterodoxa y transversal, con componentes radicales forjistas, con medidas sociales que provenían del ideario socialista, con alianzas provinciales con caudillos conservadores, con una vocación frentista. Así que me parece que cuando hablás despectivamente de los "transversales" desde una cierta superioridad peronista, parece que escabullís la historia heterogénea y contradictoria del propio peronismo. Cuando hacés el raconto de en qué época se sumó al peronismo Insfrán, Scioli, Massa, Alperovich, etc, yo te digo que para atrás podríamos hacer lo mismo hasta llegar al 17 de octubre del 45 y a Cipriano Reyes adjudicándose la paternidad del 17 de octubre contra el propio Perón. Creo que el peronómetro no sirve, porque funciona diferente según quién lo usa. Y tus dudas hacia Scioli y tu apoyo a Cristina pueden encontrarte más cerca de algunos transversales que de peronistas de vieja prosapia. En cuanto al paladar negro de Menem, acordate que él fue el joven gobernador riojano que despidió los restos mortales del General en el Congreso en 1974. Yo no me animo a decir que Menem no sea peronista, como tampoco tengo claro si Perón era más peronista que Evita, que Isabel o que JW Cooke.
En fin, me parece muy bien que vos sigas reivindicando tu pertenencia al peronsimo, creo que es necesario pertenecer a algo, pero es peligroso idealizarlo, sobre todo si eso te lleva a acentuar innecesarios recelos hacia compañeros que no son peronistas pero sí son compañeros.
Oscar:
Está buenísimo continuar intercambiando miradas, aunque espero que el post no me haga laburar con otro. En un rato vuelvo al pago y lo leeré con tranquilidad.
No pienso que tuviste intención de mojarme la oreja, por eso dije “que se toman…” y respecto a problematizar la identidad peronista, aparenta que daría como solución a una indeterminación. Hay tantos peronismos como peronistas, aunque ni se den cuenta que lo son, como dijera socarronamente el General en Puerta de Hierro. La intención invita. De última no la definiremos pero podemos lograr una collage más o menos armónica. Además, Oscar, si prestás atención a la nota de marras, nunca jamás dije “identidad peronista”. Vos la equiparaste a la “Realidad Efectiva”, tal vez un cliché que forma parte más de nuestro ideario y nuestra mística que de la cambiante realidad. Me animaría a afirmar que -excepto en este y por razones obvias- en los 342 posteos anteriores no cité la identidad peronista. Mucho menos pude haberla idealizado…
Sobre la idea de pertenencia, de identidad y de diferencia, acepto la observación con agrado. Tampoco pretendas que siga buscando links pero, sobre todo cuando refiero al Chaco, en varias oportunidades -no en todas- dije sentirme (y sentirnos) más genuinamente representado(s) por las posiciones institucionales del Frente Grande que las del PJ, a pesar de las chicanas que nos tiramos con los/as compañeros/as frepasistas, surgidos/as también desde corrientes del PJ. Así que sí, es probable que hayas cazado a la madre del borrego. Y eso construye. Y no, no leí que acusen a Cristina de frepasista, por lo menos con tal adjetivo.
Vale decirte que me sumé al peronismo a los 19 o 20 años en el Frente Universitario. Mi origen no es el PJ. Y conozco acerca del Movimiento Nacional que mencionás y de la convergencia de sectores de diversas tendencias. Ora unos, ora otros, ora casi todo el espectro. Y entonces, ¿cómo vamos a poder definir “el peronismo”? Si hasta Stolbizer pretende correr a CFK con el peronómetro (?)…
Por supuesto que tendré en cuenta tu sugerencia para menguar los recelos aunque estimo que, por más que estoy convencido de que son compañeros, no me resultará tan fácil. Sólo creo en un peronismo y este se aproximó lo suficiente a mi “idealización”, pero no me despoja del temor a las alianzas de ocasión. Y ahí está el padre del borrego. No digo que sea tu caso, pero existen incontables integrantes del FpV que, insisto, no vacilarían en ir hacia cualquier expresión que -moderada a lo FAP o sin anestesia a lo PP- darían vuelta como a una media a todas las transformaciones efectuadas en esta década. En la Década Recuperada.
Abrazo.
Adán, sé que no usaste la palabra identidad y que la introduje yo, pero es que induzco que detrás de tu reiterada referencia a la realidad efectiva y a la pertenencia al peronismo hay una reivindicación de identidad. Solo por ponerme un poquito filosófico pero no mucho, lo que más me interesó señalar es que se trata de una identidad contradictoria, no idéntica a sí misma. No tengo nada contra eso, solo advierto que el correr hacia el refugio del peronismo (como hacia cualquier otro refugio) nos deja siempre en una cierta indeterminación que hay que tener en cuenta.
Porque cuando vos decís: "existen incontables integrantes del FpV que, insisto, no vacilarían en ir hacia cualquier expresión que -moderada a lo FAP o sin anestesia a lo PP- darían vuelta como a una media a todas las transformaciones efectuadas en esta década", lo que quiero señalar es que muchos que también se reivindican peronistas, en nombre del peronismo, darían vuelta como una media las transformaciones de esta década ganada. En ese sentido iba Néstor cuando citaba a Mao al final de sus días "que florezcan mil flores", fijate que no llamaba a peronizar.
En cuanto a que a Cristina le achacan frepasismo, lo pude advertir en algunos ¿peronistas? como Jorge Asís, Omixmorón, Manolo Barge, Julio Bárbaro... ¿Son ellos peronistas? Hace calor y no tengo ganas de entramparme en un laberinto metafísico.
Te mando un abrazo
Claro que detrás de las reiteradas referencias de pertenencia al peronismo hay reivindicación de identidad, Oscar, pero sería girar sobre lo mismo, casi como lo del huevo y la gallina. Fijate que, probablemente, correr hacia el refugio del peronismo sea parte de lo mismo. Es un movimiento paternalista y basado en liderazgos. Un refugio. Como fuese, cuando no tuvo líderes, no ganó el apoyo popular.
Y entendí lo que quisiste señalar arriba. Creí haber dado mi postura sobre ambas cuestiones.
De hecho ya hubo diáspora de peronistas en el FpV. También coincido con eso y aludí a algunos de los que hicieron lo opuesto cuando gobernaron. Y probablemente eran y son peronistas. Jamás dudé que, justamente por no cumplirse siempre ante cambio de "variables", no puede ser considerada una identidad, al menos en sentido matemático. Sobre todo si las variables son las que viniste desgranando: Asís, Bárbaro, Me#em, etc. De todos modos, sí considero que, junto a Manolo y OMix entre otros, son peronistas.
Como lo fue Néstor y lo es Cristina. ¿O te olvidaste de NK diciendo: "nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, pero somos peronistas"?
Ahora también me gustaría leerte sobre las opciones entre frentes peronistas a futuro y si no te parece conveniente participar desde adentro. Para saber porqué sí o porqué no, nomás.
Saludos.
Te respondo con una iniciativa de Cristina: ¿no creés que Unidos y Organizados trasciende las fronteras del peronismo? No digo que las niegue: sino que las conserva en una unidad más amplia, donde "ser o no ser peronista" no es condición necesaria ni suficiente.
Ok, pero no da lo mismo ni me parece que haya sido iniciativa de Cristina. Ojalá sea superador el UO, UOC (con aval de D'Elía entre otros) y UOS (con el Frente Grande).
Con las siglas me perdí. No sé cuál es la diferencia entre el UO, el UOC y el UOS. En todo caso, a mí me caben pocas dudas de que la decisión de impulsar Unidos y Organizados es de Cristina y que con ello intenta construir una fuerza política propia, qu incluya pero no quede reducida al PJ. Ni a los peronistas solamente.
Obviamente, nunca da lo mismo con quién te aliás, eso vale inlcuso respecto de los diversos peronismos.
Ok, estimo que avala pero no impulsó. Sólo me respaldan chismes de pasillos y no hay tampoco gran diferencia.
Unidos, Organizados - y Comprometidos - y Solidarios. Partes de la misma UO. Con diferentes referentes pero confluyen en UO.
Y nunca da lo mismo con quién te aliás, incluyendo a extraperonistas también, claro.
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