Beautiful Moyano: Tuning to blond with light blue eyes

En varias oportunidades hemos remarcado los riesgos
de no tener amenazas y la amenaza por no sufrir riesgos.
  
  
Una oposición despropositada y dispersa pierde capacidad de aporte y control reduciendo
su representatividad y participación sociopolítica y electoral, relajando -a la corta o a la no tan corta-
a los funcionarios del oficialismo y aburguesando a sus militantes técnicos y territoriales.
Ahí es cuando l@s muchach@s tendemos a creer que no tenemos límites
y algun@s pierden el sentido del espacio junto a la memoria.
Como dijera el General: empiezan a convertirse en oligarcas creyéndose más de lo que son.
Luego, a falta de aprietes externos, comienzan las presiones internas que son bienvenidas
en tanto no abreven, ni agua ni sangre, a la sedienta casta desestabilizadora.
  
No juzgamos a nadie, o, mejor dicho, no condenamos a los “niños bián” ni a los “morochos rompepiquetes”,
pero resulta claro que aún con legitimidad en las demandas, no resultará provechosa sacar la puja extramuros
para darles cabida a los reales enemigos del modelo nacional y popular.
  
Así como resultó determinante para gran parte de l@s argentin@s observar quiénes se abroquelaban detrás
del lockout patronal agropecuario en 2008 para advertir de cuál lado debían estar, luego del Acto en Huracán,
las reacciones de apoyo recibidas por Hugo Moyano son claramente descriptivas hacia dónde pretenden llevar
la movida del líder camionero los personeros del arcaico establishment mediático, corporativo y sindical.
Si es@s que hoy demonizan a “La Cámpora”, combaten la “demoYAnización”,
es menester sugerirle al compañero Hugo que revea tácticas y posiciones…
  
Desde el jueves a la siesta, para l@s ajen@s, Moyano pasó de ser el “negro mafioso
bloquea plantas de celulosa” a “un maduro dirigente gremial rubio de ojos celestes”.
  
   
  
  
  
Y viceversa para cierta transversalidad crítica. Sin matices, sin castaños, sin pardos.
Menos mal que no arrastran ni los lompas…
  
   
Ni Vandor ni el Che. Ni Stalin ni Marx. Moyano.
  
Y retornamos al “dime dónde te apoyan y te diré para quiénes funcionas”.
Basta recorrer “Clarín-Nación”, “TN-El13” o “Mitre-La10” para advertirlo.
  
  
Como esta nota arrancó desde la re-creativa frivolítica, sin demasiado análisis, vale acotarla
con lo publicado tras cartón en Ramble Tamble: “Paradoja 2” y sendos planteos finales:
“Si de lo que se trata es de tomar posición, ¿cuál de las dos miradas asumir?,
¿se asume como verdadera la mirada de la opinión públicao la de los trabajadores?”
O quizás, ¿la mirada de la opinión publicada?...
Tal lo concluido ayer en El Cobos de Capitanich: II) The checking account,
en el medio hay nada más que humo. Vibraciones, estruendo, calor y humo, mucho humo...

Determinad@s teóric@s dueñ@s del modelo resultan fácilmente trastocad@s
en sus más práctic@s detractores/asy, encima están en el medio,
ni muy trabajador@s ni tan publicadores/as de opinión,
que corriendo por izquierda juegan para la derecha resultando puteables,
mas siendo inimputables porque no son peronistas. O no se dan cuenta,
o reniegan de ello para permitir sentirse rubi@s
de ojos celestes, nacionales, populares y democrátic@s...

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