CARRIÓculum Vitae II: Ab INITIO usque ad FINIS cum MEMORÁNDUM VARIABILIS CONSUETUDINE PROCEDERE DEBET

  CARRIÓculum Vitae II
Ab INITIO usque ad FINIS:
MEMORÁNDUM VARIABILIS CONSUETUDINE PROCEDERE DEBET

Del comienzo al fin: un breve recordatorio de sus consuetudinarias variaciones ideológicas, las cuales, a la vez, determinaron el inicio de su final. La Carrióculum es un perenne ocaso paradójico que nunca cesa de apagarse retroalimentándose de fuentes apenas fugaces y alternadas azarosamente.

Recontextualizando. En el ´95, Ángel Rozas había obtenido la gobernación del Chaco en segunda vuelta electoral en connivencia con diversas grises fuerzas políticas minoritarias; Elisa Carrió se había alzado con una banca en la legislatura nacional tras su paso por la Convención Constituyente; y, Carlos Menem había logrado la reelección presidencial luego de la reforma constitucional y el pacto de Olivos.
Para 1999, la debacle de Menem y la falta de apoyo a los candidatos de su partido a nivel nacional, sumadas al abuso del aparato estatal y publicitario que consumó Rozas, determinaron unos resultados sin precedentes en el Chaco:

A Gobernador y Vice (12/09/99)
Alianza Frente de Todos (Rozas - Pibernus)
63,4%
Unión para el Nuevo Chaco (Capitanich - Pértile)
35,9%

A Presidente y Vice (24/10/99)
Alianza Frente de Todos (De la Rúa - Álvarez)
54,7%
Concertación Just. para el Cambio (Duhalde - Ortega)
33,1%

A Diputados Nacionales (24/10/99)
Alianza Frente de Todos (Carrió - Geijo)
56,6%
Concertación Justicialista para el Cambio (Honcheruk)
32,2%

Carrió había sido una de las gestoras de la alianza entre la UCR y el FrePaSo de José Octavio Bordón y Chacho Álvarez, fórmula que había quedado segunda tras Menem y Ruckauf en la presidencial anterior, duplicando a la Unión Cívica Radical. Es oportuno recordar que la Alianza por el Trabajo, la Justicia y la Educación, había tenido internas en las cuales Fernando de la Rúa se impuso a Graciela Fernández Meijide, quien no aceptó la candidatura a la vicepresidencia y cedió el lugar del Frente País Solidario a Carlos Álvarez para terminar derrotada en la Provincia de Buenos Aires.
Los códigos y las convicciones de Carrió son como el alcanfor: de fuerte tufillo, pero volátiles.
Una vez derrotado Duhalde y ya presidiendo la Comisión de Asuntos Constitucionales, suponiendo que el combate a la recesión haría pagar altos costos electorales, no demoró en despegarse. No le duró mucho el idilio aliancista y entre la elección y la asunción se retiró del bloque parlamentario, se alejó del bloque de la Alianza luego de refutar con su habitual rigor científico al conocido “Teorema de Baglini”. El entonces Diputado Nacional radical por Mendoza, Raúl Baglini, actualmente asesora al Vicepresidente insólitamente opositor: Julio César Cleto “Ditalco” Cobos. También vale recordar que en aquella oportunidad del fallo Ballesteros sobre la “parte ilegítima de la deuda externa”, no fue la clarinista prensa “in the pendiente” la que impulsó su tratamiento para dar prioridad a la deuda interna, ni fueron los movimientos trotskistas ni la izquierda revolucionaria ni el anarquismo telúrico los que ganaron la calle: fue la “fascista” CGT del “facho” Moyano.

La gestión de De la Rúa comenzó con una serie de parches financieros que, en lugar de zafar de la iniciada recesión por agotamiento de la ficticia convertibilidad, la acentuó medida tras medida, de las cuales se citan algunas: el tratamiento del Régimen de Equilibrio Fiscal a mediados del 2000; la aprobación de la antiproletaria Ley de Flexibilización Laboral o “Ley Banelco” -que derivó en la renuncia de Chacho Álvarez a la vicepresidencia- en octubre; en diciembre, el Ministro Machinea cumplió con el “Blindaje” requerido por el jerárquico FMI para negociar el multimillonario y usurario “Salvataje” financiero.
Con las leoninas privatizaciones que, no obstante, llevaron la deuda externa a u$s 150 mil millones, la falsa y especuladora convertibilidad y el elevado déficit fiscal de Menem-Cavallo y la recesión y los ajustes de De la Rúa-Machinea, era de manual oponerse. Ese lustro final del Siglo XX debería haber dejado enseñanzas superadoras: a los dirigentes, a los intelectuales, a los informadores, a la gente, a todos. Fueron tiempos en que la mayoría iba al parque a pegarle al muñeco, entrando de colados. Muchos se quedarán cómodos en ese lugar aunque la kermés no tardaría en cerrar sus puertas.
Entre su cumpleaños número 44 y el día de los inocentes del 2000, ya formado el bloque disidente, “Lilita” -ahora ya “Lila”, con varios kilogramos de sobrepeso- fundó Argentinos por una República de Iguales. Nombre complicado el de los ARI, si los hay. En realidad, la denominación es versátil -tan versátil como su fundadora e indisputable líder- y sería argumentada al tiempo, al decir que su “movimiento tiene la matriz republicana que lo acerca al liberalismo y la igualdad distributiva de la centro-izquierda”. Son conocidas diversas posiciones poco republicanas e irrespetuosas de la división de poderes acometedoras contra la gobernabilidad tomadas por Carrió, así como otras tantas opuestas a la redistribución del ingreso que se van citando oportunamente.

A los anuncios de Machinea, le siguió su renuncia. De inmediato, sobrevinieron las desesperadas dos semanas de enero con López Murphy -el aprendiz de bombero- aplicando mayores recortes de “gasto”, para retirarse dejando la economía al funcionario procesista y ministro menemista que había obtenido el 10% de los votos en la elección presidencial. Cavallo: el regreso; regreso si  es que se hubo retirado alguna vez en un cuarto de siglo. El cordobés impulsó el “Megacanje” y la Ley de “Déficit Cero” en julio. Carrió se negó al proyecto de reducción de sueldos y premios a los legisladores, alegando que la iniciativa se enmarcaba en la hipocresía de quienes se enriquecen infinitamente: otro anuncio de efecto mediático para desacreditar a todos sin distinciones ni argumentos. En agosto, el salvavidas de plomo de la “Intangibilidad de los depósitos” y, en simultáneo, el Decreto de las Letras de Cancelación de Obligaciones Provinciales (LeCOP): había que volver a pasar el invierno.
Por supuesto que la totalidad de los distritos suscribieron al fondo fiduciario del Banco de la Nación, ya que eran cooptados como Copartipación Federal y recaudación impositiva. Muchos estados, además, emitieron letras provinciales. En el Chaco, los bonos “quebracho” enriquecieron a más de un amigo del poder rozista, ya que las financieras privadas los compraban a menos del 70% para cambiarlos, al tiempo, a mayor valor nominal que el peso.
Carrió desertó de su domicilio chaqueño y lo fijó en la Ciudad de Buenos Aires desde donde, a mediados de marzo, lanzó la Alianza para una República de Iguales desde el coliseo “Coliseo”, conservando las siglas del bloque devenido en opositor. La dorada cismática no quiso pelearla desde adentro y, agitada en la orilla, tiró bombas para incendiar al barco del que acababa de saltar, haciendo lo que estaba a su alcance para que no llegara a buen puerto. Para que no llegara a ningún puerto.

En las parlamentarias de octubre -las del promocionado voto nulo o en blanco- la ARI presentó candidatos propios y colocó 8 diputados en la Cámara Baja, de los cuales sólo 2 seguirían adhiriendo a esa alianza ante la pérfida metodología de destrucción política.
Otra apostilla: múltiples agrupaciones sociales y políticas propiciaban la consigna del “que se vayan todos”, incentivando al “voto impugnado”. Dirigentes arrebatados y periodistas repetidores sin la menor idea de códigos electorales, ya que lo que se impugna es la identidad del elector y eso ni siquiera garantiza que el escrutinio definitivo anule su voto. Es decir, ¿promocionaban que la gente destruyera su documento o quitara la foto o se los canjearan en las colas de los comicios? Otro “delilirio” que impulsaba la especialista en Derecho Constitucional y Político antes de lanzarse a la compulsa electoral; divagación a la que suscribieron muchos oscuros personajes, demasiados.

En noviembre de 2001: casi 20% de desocupación y subocupación, la deuda pública que no disminuía a pesar de los recortes hasta para salarios y jubilaciones, la recesión industrial que perforaba los 20 puntos negativos con abruptas caídas en los depósitos por las corridas bancarias y demás asfixiantes ajustes, profundizaron la crisis acentuando el tenor de la protesta social y produciendo serios conflictos políticos que jaquearon al gobierno de De la Rúa. Para evitar la salida de fondos y el colapso del sistema bancario, el 3 de diciembre, Cavallo decretó el “corralito” justificándolo absurdamente en la necesidad de “bancarizar a la población” para evitar la evasión y los robos callejeros. La iliquidez -con todavía más marcada disminución de consumo- terminó ahogando a la economía, sobre todo la economía doméstica de los trabajadores jornalizados e informales que necesitan cobrar a diario para su subsistencia. En vísperas de celebraciones de fin de año y vacaciones, la clase media urbana -la propia base electoral del radicalismo- salió a la calle al ritmo de cacerolazos entonando el discurso golpista de la anti-política. Carrió no demoró en licitar cacerolas “Essen Disegno” con mango de baquelita y cucharones “Okko”, para montar -desde su departamento y diversos canales de televisión- una empresa de alquileres de menaje a patéticos personajes -como Nito Artaza, el bufón hijo de terratenientes correntinos- a subirse al tren del compromiso con las ollas -exclusivamente de las suyas, claro- y del “que se vayan todos” -aunque ellos no se fueron-. Es decir, “Lila” -quien había sido funcionaria judicial anticonstitucional simultáneamente que profesora de Derecho Constitucional- pasaba de Convencional Constituyente a Diputada Destituyente, sin reparos.
Ni las calles ardiendo ni los paupérrimos resultados del oficialismo en las legislativas de mitad de mandato con el “voto bronca” convertido en segunda fuerza política por debajo del PJ -con la suma de votos deliberadamente nulos y en blanco, superando el 25%- lograron que De la Rúa cejara un ápice de su conservadurismo para dejar de sostener a su ortodoxo gabinete enfrentado a casi toda la sociedad y al ala progresista de los acuerdos frentistas que habían dado origen a la Alianza. Ni siquiera el ofrecimiento de apoyo que le dieron innúmeras fuerzas políticas y sociales si cambiaba el rumbo y desistía del escrachado Cavallo logró que el debilitado presidente rectificara su desastrosa gestión. Y la des-gestión delarruinista llegó a su fin, mediando la dura represión a las clases populares: el asesinato de tres decenas de pobres movilizados por necesidad, ante el caos promovido por los ofuscados sectores medios que sintieron amenazada su capacidad de consumo.
Al helicóptero que raudamente tomó De la Rúa para abandonar la Casa Rosada tras la pueblada del 20 y 21 de diciembre, le siguió una también rauda sucesión de presidentes. Dos días del misionero Ramón Puerta -Presidente Provisional del Senado- y el navideño “default” decretado por Adolfo Rodríguez Saá, Gobernador de San Luis designado presidente por la Asamblea Legislativa. Al trascender que el puntano pretendía permanecer dos años -hasta el fin del mandato interrumpido- sin convocar a elecciones para marzo tal lo previsto, muchos gobernadores socavaron el apoyo y lo coaccionaron a renunciar.
    Como la Cámara Alta se hallaba acéfala ante la renuncia de Puerta, el país recibió el año nuevo con Eduardo Caamaño -Presidente de la Cámara de Diputados- a cargo del PEN, quien convocó nuevamente a la Asamblea Legislativa la cual, el 2 de enero de 2002, designó presidente al recientemente electo senador Eduardo Duhalde por aplicación de la Ley de Acefalía: una ironía nominal, que el perdidoso candidato de cráneo prominente asuma por falta de cabeza. Luego, la devaluación y el despido de la convertibilidad junto al “corralón” con pesificación forzada de los depósitos bancarios y la promesa de que “quien depositó dólares, recibirá dólares”. La cruenta masacre del Puente Pueyrredón en junio, indujo anticipar para abril a las elecciones programadas para octubre del 2003 y este adelantamiento sirvió de pretexto para evitar las internas -que probablemente habrían consagrado a Carlos Menem- y permitir la participación de varios candidatos que podían usar los símbolos partidarios comunes.
     Para fin de año, Duhalde declaró: “No voy a ser candidato a nada”, y prometió retirarse de la política partidaria dejando a un sucesor para las presidenciales. Ningún referente de su bastión bonaerense ni el gélido eterno segundo santafesino ni el fino entretejido cordobés ni ningún otro gobernador se prestó a la bendición del “aparato pejotista”, porque se supone que temieron el desafío de enfrentar a Menem.

La campaña electoral estuvo condicionada por la crisis que, aun con leves signos de rehabilitación económica por la suspensión del pago de capitales e intereses de la deuda externa, marcaba un 54% de la población por debajo de la línea de pobreza y su mitad en situación de indigencia. Estos atisbos de recuperación de los niveles de ingresos bastaron para que los “ahorristas” volvieran a sus casas con las cacerolas tan abolladas como sus conciencias para fascinarse, al poco tiempo, con los mismos que habían echado, siempre sintiendo desprecio por los pobres y resistiendo cualquier iniciativa de redistribución.

Y así resultó que el gobernador de Santa Cruz se puso el overall -mejor dicho, el pingüinesco frac-, para quedar segundo en aquella suerte de internas abiertas que deberían resolverse en Segunda Vuelta y cuyos guarismos no redundan recordarse:
Frente por la Lealtad (Menem - Romero): 24,4%
Frente para la Victoria  (Kirchner - Scioli): 22,2%
Recrear  ( López Murphy  -  Gómez Diez ): 16,4%
Mov. Pop. U. y L. (Adolfo R. Saá  -  Posse): 14,1%
Afirm. Rep. Igualitaria (Carrió-Gutiérrez): 14,0%
Unión  Cívica  Radical  (Moreau  -  Losada): 2,3%
En síntesis, los tres postulantes del justicialismo superaron el 60% contra el 33% obtenido al sumar a los tres provenientes del radicalismo, ya sea desde adentro o en diáspora: El “bull dog” López Murphy fue cómodo tercero con más votos de la derecha que de lo que quedaba del genuino yrigoyenismo. “Lila” Carrió quedó quinta en las preferencias de la gente, pero eso no menguó sus ansias de erigirse en la mesiánica institutriz del pueblo. El candidato que usó el sello de la UCR fue superado hasta por la sumatoria de votos en blanco y nulos, cristalizando la peor elección histórica del más que centenario partido. No era para menos: además de cargar con el rotundo fracaso del gobierno de De la Rúa, Leopoldo Moreau había conseguido imponerse a Rodolfo Terragno en internas fraudulentas cuyo máximo exponente se produjo en el Chaco de Ángel Rozas -donde hasta las urnas cinerarias se presentaron ante las urnas electorales- con un inaudito 97 a 3 y una todavía más inverosímil concurrencia del 30% de votantes a una interna abierta. “Cosas veredes, Sancho, que non crederes”.

      A río revuelto, ganancia de pescadores. Del pingüino puede decirse cualquier cosa, menos que no sabe sobrevivir pescando.
Carlos Menem, “Almorzando con Mirtha Legrand” a días de la eventual Segunda Vuelta electoral, recurrió a mostrarse como garante de la gobernabilidad, conjurando a su peor enemigo para el balotaje: él mismo, o sea, el cada vez mayor antimenemismo de la ciudadanía. Criticó -tarde- la maniobra del PJ que eludió las internas y, con el consentimiento de la anfitriona, manifestó furia contra Elisa Carrió -también tarde- por haberlo demonizado. En realidad, no es para sorprenderse, la “arista” padece obsesión por revolear anchos cancanes con excretas, tenga argumentos o carezca de ellos, y ya le llegaría el turno al patagónico. Y a quien fuera.

Por entonces, Kirchner -a quien en campaña lo tildaban de marioneta de Duhalde- ya había establecido vínculos con los presidentes de la región para fortalecer al MerCoSur y manifestado que no renegaba de las convicciones del pasado, como dando señales de representar al ala progresista de centroizquierda con autonomía de las tradicionales estructuras pejotistas, mientras muchos decían que era parte de una táctica meramente electoral para contraponer a su rival, quien no dejaba dudas de adherir al capitalismo privatista más acentuado.
No obstante, diversos partidos de izquierda que habían participado en la Primera Vuelta, estaban convencidos de que ninguna de las opciones les garantizaba un rápido enfrentamiento a la crisis y suponían que cualquiera de ellos pactaría perentoriamente con Washington y el FMI. Ese universo político -marcadamente antimenemista- tampoco apoyaría a Kirchner, dejando entrever su desconfianza al evaluar las gobernaciones del santacruceño y su alianza con Duhalde, a quien veían como continuador de los ‘90, con perfil más bajo aunque más siniestro. Entre el Partido Humanista, Autodeterminación y Libertad, el Partido Comunista Revolucionario, Patria Libre y pequeñas fracciones dispersas del socialismo, habían sumado -entre votos válidos y estimaciones de votos en blanco inducidos- algo más del 5%. La cuestión era ver hasta qué punto sus simpatizantes acatarían el “votoblanquismo” en el balotaje, pero lo que no puede dudarse es que de votar por alguna de las fórmulas, aun con reparos, lo harían por Kirchner-Scioli. También frunciendo la nariz, las tres agrupaciones de extracción radical, por acción u omisión -dando albedrío o manifestando intenciones- exhibían mucho más apoyo al Frente para la Victoria. Esta fuerza contaba, además, con el apoyo de la CTA y de ambas CGT -la oficialista de Daer y la de Moyano, que había apoyado a Rodríguez Saá pero renegó del acuerdo con el riojano. Todas las encuestas y consultas de opinión pronosticaban un 70 a 30% a favor del santacruceño.
El resto es archiconocido: el 14 de mayo, a cuatro días del balotaje y desde La Rioja, Menem anunció retirar la fórmula, sabiendo irremontable la derrota y evaluando que restaría legitimación popular al santacruceño, forzándolo a asumir con un exiguo 22%, convirtiéndolo no en el Presidente que asumió con menos votos (Illía obtuvo el 21% en 1963) pero sí en el que alcanzó el sillón de quién sabe quien* con más porcentaje de desocupación que de apoyo electoral. Kirchner no demoró en contestar desde Buenos Aires que el riojano había mostrado "su último rostro, el de la cobardía; y su último gesto, el de la huida".
*La unitaria historia mitrista asigna el sillón presidencial a Rivadavia, pero había sido Saavedra la autoridad del primer gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata libres de la corona, y, luego, el Director Pueyrredón, con la nación proclamada independiente; y fue Rosas el gobernador de la Confederación Argentina y Urquiza, el primer presidente constitucional de la Nación Argentina; Yrigoyen, quien asumió con voto universal y no sólo de los “notables”; y Juan Perón, quien fue elegido, además, con participación de las mujeres de la República Argentina. Y hay más, pero si se pudiese optar entre los eventuales dueños del sillón presidencial, personalmente no se lo dejaría a Rivadavia. Es decir, a don Bernardino de Famatina no lo dejaría a cargo de nada que me perteneciera de algún modo ni le compraría un carruaje usado.

Esta sucinta reseña también se vincula con la biograficada, ya que mientras acontecía, “Lila” se hallaba viajando en auto y con radio apagada a Córdoba para descansar de la campaña antes de ir al Chaco, donde todavía votaba. Al desayunarse de las novedades en Rosario, donde su jefe de prensa le alcanzó desgrabaciones de las últimas declaraciones, se llamó a silencio y le ordenó cancelar todas las citas mediáticas. Quizás, por fidelidad a su metodología destructiva y su ególatra tendencia a despegarse del resto para así poder calificarlo inescrupulosamente de impuro, antes dejó claro que su opción por apoyar “al candidato oficialista, se realizó con reservas morales, solamente para terminar con el pasado y el régimen”, porque son “un partido de oposición”. Como si fuera necesario aclararlo. Como si fuese viable que ocasionalmente presidiera la nación. Como si fuera posible que alguna vez apoyase a quien la gobierna.


VIENE DE:

Continua en:
  CARRIÓculum Vitae I

  CARRIÓculum Vitae III

VADEMÉCUM LILUS DEMENTIA COTIDIANUM et
CONIECTURALEM ARTEM MENDAX PROBAT

EN SUSPENSO: CUANDO
CARRIÓ EXISTA, SIGO

1 comentarios:

Greta dijo...

¡Excelente nota amigo! Un racconto para tener siempre presente.
Felicitaciones.

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